sábado, 8 de marzo de 2008

Cumbre de Río: el día después

En Colombia celebran el desempeño de Alvaro Uribe en la Cumbre de Río indicando que estuvo muy bien. Sus seguidores, que son muchos, argumentan que pìlares del buen desempeño fueron su serenidad, su firmeza, su caracter frontal todo dentro de un marco estratégico que le permitió lograr todo lo que se propuso.

En efecto, con firmeza demoledora, Alvaro Uribe acabó con cada uno de los argumentos expresados a través de los medios de comunicación días antes. Justificó el ataque en territorio ecuatoriano (cosa que no negó pero dijo el porqué) amparado en la seguridad de los pueblos.

Ante la firmeza el presidente Correa perdió la calma y respondió emotivamente. No planteó argumentos. Uribe recibió el discurso ecuatoriano y esperó su turno, mucho después para responder.

Hugo Chávez, como se puede ver en los vídeos que hemos colocado en otra entrada, no dijo nada sustancial. Mucha retórica. No fue agresivo. No podía. Era preso de sus palabras. Nacionalizar las empresas colombianas hubiera significado el colapso de la economía venezolana que ya está muy mal. Chávez sabe que el capital humano que maneja lo poco que funciona en Venezuela viene en gran parte de Colombia. Hay mucha dependencia en el intercambio comercial con ellos. Por tanto tenía que dar marcha atrás. No podía seguir siendo preso de sus propias palabras.

Al final Daniel Ortega dio marcha atrás, Hugo Chávez también y Rafael Correa indicó que el incidente estaba superado.

Esta es la realidad que las palabras no pueden cambiar ni los cuentos de narcos que son un refrito y que se enmarcan en el doble estandar: cuando la CIA habla de Chávez es desinformación, cuando habla de Uribe es verdad.

La performance política de Uribe fue sencillamente impecable.

Sin embargo sí considero que Alvaro Uribe no debe ir a la reelección una vez más. Le haría mucho daño a Colombia.


El Tiempo de Bogotá hace un interesante recuento de la jornada acontecida en la Cumbre de Río acompañada de fotos y vídeos que pueden ver aquí.

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