jueves, 31 de mayo de 2007

Los grandes temas y el Presidente

El presidente Alan García ha decidido salir al frente de las serias acusaciones que se hacen a su gobierno de no preocuparse por los grandes temas que el país reclama. En un escenario acorde para la circunstancia, el Salón Dorado de Palacio de Gobierno, el presidente García en tono enérgico y con justificada indignación, calificó como una "insolencia" la decisión de la FIFA - máximo ente rector del fútbol mundial - de prohibir los partidos a más de 2 mil 500 metros sobre el nivel del mar, lo cual dejaría fuera a ciudades emblemáticas para el juego en las alturas como el Cuzco (CPN Radio).
"Estoy en contra de esta decisión porque es una decisión europeista y etnocentrista, en el sentido de que los que la han tomado sólo ven al mundo como si fuera su país, pero el mundo es heterogéneo, vario, distinto", argumentó el señor Presidente liderando de esta manera la lucha, que de seguro emprenderá nuestro país, para recuperar la posibilidad de poder jugar con los mejores equipos del mundo en las cumbres del altiplano.
Ante tan gallarda actitud, de talante progresista y reivindicativa ¿qué nos queda? Pues reconocer el indiscutible mérito de la preocupación presidencial por tan magno e importante tema. Gracias señor Presidente. Gracias por preocuparse del futuro de nuestra patria. Gracias por abrirnos los ojos y hacernos entender que la vida se tiene que tomar también a la ligera como la toma alegremente su gobierno. Gracias señor Presidente por ilustrarnos en que temas como el repunte de la bolsa, el debate bicameral, la economía, la pobreza, los abandonados sociales, la defensa, la seguridad y la lucha decidida contra la corrupción no son nada si se comparan con la posibilidad que nuestros equipos de fútbol puedan jugar allí, a varios miles de metros sobre el nivel del mar, en el mismo lugar donde los cóndores tienen su reino.

No es corrupción...es otro error

"Yo conozco a Tula Benites, es de larga trayectoria y no creo que haya podido cometer ese error", expresó el Mandatario respecto a las graves acusaciones hechas por Perú 21 a dicha congresista aprista por haber contratado a un empleado fantasma que nunca trabajó pero cobró su sueldo oportunamente."Es un error" nos vuelve a decir el Presidente deslizando seguramente entre líneas que los apristas son duchos en el arte de engañar al pueblo y que alguien con tanta "trayectoria" no se puede dejar sorprender in fraganti en corruptelas infelices. Es un error dice el Presidente, que de repente se convierten en muchos errores que afectarán a la bancada aprista. No olvidemos que hasta el día de hoy no se publica la relación de los "asesores" y personal de confianza que trabajaban en el Congreso con anterioridad al escándalo Menchola y Canchaya, la nómina actual es una nómina depurada que demuestra la poca transparencia del hasta hace poco llamado Primer Poder del Estado. Un error, dice el Presidente, como si el Perú que votó por el mal menor, tenga que soportar que un partido con 83 años de existencia tenga que aprender a costa del país. Un error, dice el Presidente, a lo que es simplemente un acto inmoral y que cabe perfectamente en la denominación de corrupción.
Sin embargo a pesar de la evidencia del escándalo no vemos el despliegue de la Mesa Directiva del Congreso por medios radiales y televisivos, demostrando su indignación tal y como lo hicieron en los casos que afectaron a Unidad Nacional. Esta actitud demuestra que el Perú sigue siendo el país de la doble medida, del doble estandar y que sigue involucionando porque tenemos un Presidente que no tiene bien claro sus valores y que es capaz de modificarlos según las conveniencias y circunstancias.
Por otra parte es un hecho que los operadores mediáticos del gobierno están trabajando enloquecidamente. ¿El objetivo? No permitir que salgan a la luz las declaraciones presidenciales sobre el "error". De allí el mérito indiscutible de blogs como Pospost y el Útero de Marita, agencias como Perú.com y los portales de CPN y Perú 21 por reproducir la noticia en tiempo real. El no poder controlar el silencio está desesperando al denominado Poder Ejecutivo. Pero sabe señor Presidente cuál es el principal error. Que Usted toma las cosas a la ligera, que toma decisiones sin analizar las consecuencias de sus acciones, irresponsablemente. El rebajar los sueldos indiscriminadamente, sin técnica ni estudios, está generando una ola de corrupción, por hoy oculta, muchas veces motivada por la angustia de quiénes vieron rebajados sus ingresos inesperadamente. Les cambiaron las reglas de juego con el partido empezado. Y hoy hay casos -injustificados desde cualquier punto de vista- de funcionarios que se "completan" el sueldo irregularmente, o por métodos corruptos como el de los congresistas cuestionados o trabajando en otros sectores cuando la ley se los impide. La pus brota y si a eso le agregamos sociedades políticas como la notoria entre Alex Kouri y Alan García se empieza a indignar al país, más aún cuando vemos en los vladivideos el tipo de consejos que daba el entonces alcalde del Callao a su visitadísimo amigo Vladimiro Montesinos.

miércoles, 30 de mayo de 2007

Cálculo o sinvergüencería

En día sábado, como para que los programas económicos no lo comenten, Don Alan García y su Premier Jorge del Castillo han promulgado un decreto supremo que le abre las puertas de los organismos reguladores a la corrupción y a la manipulación política. Al mejor estilo del fujimontesinismo, donde la falta de transparencia era pan de cada día, el gobierno aprista ha normado para que los presidentes de OSIPTEL, SUNASS, OSINERG y OSITRAN puedan nombrar libremente al gerente general y a sus altos funcionarios sin que tengan que acordarlo previamente con los miembros de sus consejos directivos. Muy pronto veremos en estos organismos a relucientes compañeritos ávidos de cumplir con los encargos provenientes de las altas esferas del poder.
En una economía de mercado como la nuestra, los organismos reguladores juegan un importante papel, pero si estos caen en el manejo interesado de la política pues se distorsiona el rol que tienen asignado y se convierten en fuente de malos manejos y mercado de corruptelas. Ante este daño que se le hace a la economía del país, los ministros "estrella", representantes en el gabinete de intereses económicos como Verónica Zavala y Luis Carranza, vergonzosamente no dicen nada. En verdad poco importan estos personajes, ya bastante cuero hay para las respectivas acusaciones constitucionales que en su momento llegarán. Lo verdaderamente vergonzoso es que salvo un conocedor del tema como Augusto Alvarez Rodrich o la página económica de La República, nadie más se suma a las protestas ante esta precarización de la economía peruana, ni siquiera los chicos del IPE tan dedicados ultimamente al tema de las concesiones y licitaciones.
Ante este permanente deterioro de lo político y económico la Bolsa de Valores de Lima se desplomó. No soportó tanta palabrería. Palabrería que viene de un gobierno con un gabinete que demuestra cada vez más estar por debajo de la línea de la mediocridad y que se presta a este tipo de pésimos manejos de nuestra hacienda pública. La Bolsa desplomada, el dolar estancado, las exportaciones en línea descendente y el empleo en caída libre. Y ante ello ¿Cuáles son nuestras preocupaciones? El show "censurado" de Beto, el llanto de Canchaya, el yo la amo de Menchola, la pelea de Gisella y Magaly y cómo no la necesidad que el Perú pueda jugar en las alturas.
Seguimos involucionando. Y ante ello seremos responsables todos, en especial los actuales congresistas de pensamiento liliputiense, que ni siquiera leen El Peruano y que como Guido y Gaby, la dupla de oro del unicameralismo nacional, se niegan a ver lo evidente: el proceso de destrucción sistemático de las instituciones y de la economía en nuestro país.

martes, 29 de mayo de 2007

Nuestra penosa involución

El desarrollo de un país se mide, entre otros aspectos, por la calidad de su debate público. De éste depende la formación de opinión y la construcción de ciudadanía. Sabiendo que es así, qué tipo de ciudadanos estamos configurando si la discusión más notable y la noticia más llamativa se centran en temas tan "trascendentes" -y digo esto con mucho respeto- como el fallecimiento de la Muñequita Sally, el desalojo de Santa Anita y los desarreglos de los congresistas Menchola y Canchaya. Los medios siguen aprovechándose del dolor humano para generar "rating". Importa poco la historia individual y la cuota de sufrimiento de cada uno de nuestros compatriotas. Hay que vender y las lágrimas y el dolor, montesinistamente hablando, venden. Sin embargo esta actitud nos está llevando a un nivel de empequeñecimiento moral preocupante. El nivel de empobrecimiento de nuestra sociedad se encuentra en niveles alarmantes. Y lo peor de todo es que, al igual que en los tiempos del fujimontesinismo, nos estamos acostumbrando rápidamente a convivir con algo peor que la mediocridad, que es el oscurantismo y la pobreza intelectual de quiénes deben ser los referentes en nuestro país. No hay esfuerzo por elevar el nivel del debate. Si alguien se atreve a intentar colocar un gran tema es ahogado por una prensa que sólo tiene ojos y oídos para los escándalos, la desnudez a veces pornográfica y el dolor. Si alguien pretende incentivar el enfrentamiento de ideas, los que no las tienen lo califican de conflictivo. Y así por así seguimos cayendo en una espiral que nos está degradando como sociedad, convirtiéndonos en un conjunto de sujetos sin valores y principios para los cuáles lo único importante es el "éxito", siempre y cuando éste se mida en términos económicos, sin interesar la forma como se obtuvo el dinero.
En el Perú de los tiempos del mal menor, llámese Alan García, los valores están trastocados y los referentes o están olvidados o no existen. No hay figuras descollantes en el escenario público y las valiosas se prefieren ocultar. Nuestra clase política está en un proceso de involución que no tiene cuando acabar acicateada por una Ley de Partidos que consagró la hegemonía de las cúpulas y costras dirigenciales que se niegan a la renovación. Tenemos políticos cada vez más débiles que se asustan a la menor encuesta o al mínimo titular. Contamos con políticos incapaces de ponerse al frente de lo popular para guiar y aconsejar. Políticos que se acuestan pensando en su popularidad y que se levantan con tácticas aduladoras para un pueblo fácil de seducir con la más barata de las demagogias. Gobernantes que se precian de ser bomberos y que ocultan el hecho que usan el presupuesto y la plata de todos como extinguidor.
Una vez más Alan García es culpable de este deterioro. Al igual que en el 85 la mentira y la demagogia son prácticas comunes en el Estado. Lo más lamentable es que, a diferencia de aquella época, ni siquiera hay un mínimo de talento en la oposición para configurar un bloque que impida este proceso de descomposición nacional.

lunes, 28 de mayo de 2007

Santa Anita es el Perú

No había granadas ni morteros, tampoco fusiles o metralletas.Mucho menos pertrechos incendiarios como decía a diario la prensa parcializada. No se encontraron las terribles armas de la muerte. Más bien vimos decenas de decenas de personas asustadas y engañadas que querían proteger lo que consideraban su propiedad. Durante tres semanas hemos asistido a la interesada cantaleta mediática del desalojo de los invasores de Santa Anita. Para ellos, los "invasores" no cabía, como si cabe para otros, la opción del diálogo. Y no es que no la reclamaran, pues siempre la plantearon como una opción, sino que, desde un inicio los poderosos intereses se la negaron de plano. No es intención de esta columna restar méritos a la Policía Nacional que cumplió de excelente manera su función. Ni tampoco al Poder Judicial que de manera oportuna dictó su resolución. La intención es llamar la atención que la política, los medios, el sistema de Justicia y la misma policía tienen preferidos, preferidos que por lo general son allegados a los medios de presión, medios de presión que ya han descubierto como hacer en nuestro país lo que se les da la gana y cuando se les viene en gana. Bastan unos cuantos titulares y la cosa se pone en marcha. Basta un pajinazo y el político se alinea y el juez se cuadra. Basta una columnna y los más altos dignatarios de la Nación se ponen a la orden. No hay, de ninguna manera, igualdad en este sistema. He escuchado a opinadores decir que no importa que los "invasores" hayan invertido en kioscos o almacenes pues es ilegal. Sin embargo estos mismos opinadores cuando se trata de las "inversiones" también ilegales que se hacen por ejemplo en las playas de la Costa Verde defienden el capital. ! Cómo se va a desalojar si dan fuentes de trabajo ! dicen presurosos !Cómo van a derribar si han puesto su capital! dicen afanosos. Pero en el caso de los invasores de Santa Anita no vale ni la inversión, ni el capital y mucho menos interesa si genera algún tipo de ingreso económico a estas personas, que por lo visto, no merecen trabajar.
Hoy en Santa Anita no ha habido opción al dialogo. Hoy en Santa Anita no ha habido posibilidad de reubicación. No hay ninguna diferencia entre la estafa de los corruptos dirigentes y las autoridades de nuestro país. Ni Alan García ni Castañeda Lossio ni los malos dirigentes tienen preocupación social. Y el APRA demuestra una vez más que traiciona y juega con el interés popular. Como menciona La República los entonces congresistas apristas Carlos Armas y César Zumatea entre los años 2003 y 2004 presentaron una serie de proyectos de Ley a favor de los invasores, específicamente Herminio Porras que como recordamos hasta condecoró a Antero Florez Araoz con una medalla. Es cierto que algunos políticos han hecho uso de un clientelismo irresponsable con ciudadanos engañados, pero también es cierto que el APRA ha jugado un claro papel manipulador en este problema social. Y en medio de este drama el congresista Mulder, haciendo gala una vez más de su incontinencia verbal, ha pedido que los desalojados vayan a cobrarle a quiénes los estafaron. Pues entonces que los "invasores" vayan a la Casa del Pueblo a buscar a Zumaeta y Armas. Una vez más el APRA juega con la escopeta de los cañones, traiciona la esperanza popular y utiliza la necesidad de los más pobres como estos desalojados de Santa Anita a quiénes visitaban -y engañaban- asiduamente durante la campaña electoral del 2006.
Juan Sheput

sábado, 26 de mayo de 2007

En el país de la doble medida

Es importante que se cumpla la Ley. Nadie puede objetar eso. Pero cuando la Ley vale sólo para unos cuantos se demuestra la debilidad de nuestro sistema de justicia. En el caso del desalojo de Santa Anita particularmente me llama la atención el despliegue mediático de los principales medios de comunicación de la capital. En el colmo de la sobreactuación un "periodista" ha comparado el desalojo con la operación Chavín de Huantar. El gobierno, débil y dependiente de los titulares periodísticos, ha cedido su poder de decisión a lo que le digan los intereses de turno. Y el alcalde Castañeda, que goza de una popularidad con pies de barro, basada en un blindaje períodístico inmerecido sabe Dios por qué razones, muestra una extraña fiereza contra los "enemigos" de Santa Anita.
Ante ello me pregunto,¿Por qué el alcalde Castañeda no tiene el mismo empeño para desalojar a quienes, de manera irregular, usurpan la Costa Verde? ¿Por qué no inicia una campaña mediática para erradicar a quienes han invadido con total desparpajo espacios públicos que nos pertenecen a todos? ¿Por qué no encabeza el inicio de acciones legales contra los restaurantes que de manera espantosa afean la ciudad quitándonos la vista al mar? ¿Por qué no se rebela contra los supuestos actos de corrupción en la adquisición de semáforos o en la construcción de piletas para parques enrejados que nadie puede gozar a menos que pague por su ingreso? El alcalde Castañeda, que tiene a Lima engañada bajo un gigantesco psicosocial ("Gracias por dejarnos trabajar"), no rinde cuenta de sus actos aprovechándose de un extraño silencio mediático que lo convierte en un personaje con alto nivel de aceptación popular.
La ley debe cumplirse para todos. Pero estamos en el Perú donde el interés económico ha perfeccionado sus mecanismos de presión gracias a una clase política débil y temerosa que funge de servicial ante la presión que viene de ellos a través de los medios de comunicación.

viernes, 25 de mayo de 2007

Un Congreso a la deriva

Para nadie es un secreto que la política se hace conversando. El diálogo político es herramienta de los acuerdos, de los compromisos. Por eso debe preocuparnos la terrible situación por la que atraviesa el Congreso de la República. En los últimos días hemos escuchado a diversos congresistas de distintas bancadas señalar que el clima que se vive en el Congreso es insoportable. Todos dudan de todos, se teme que a uno lo estén grabando o fotografiando. La confianza está destruída. Se habla con gran facilidad de interceptaciones telefónicas y asaltos informáticos. Hay una sensación permanente de chisme y persecución. Jamás se ha visto esto, ni en los peores tiempos del fujimorato. Esta es la situación a la que se ha llevado al Congreso en los tiempos del APRA con García en el poder.
Ante la ola de denuncias contra Unidad Nacional, como bien han señalado distintos analistas, sin cuestionar el papel de la prensa, es obvio que alguien les ha facilitado la investigación. Ese alguien se ha tenido que valer de recursos burocráticos llamados servidores parlamentarios. Esos servidores parlamentarios tienen como cabeza al Oficial Mayor José Cevasco que tendría mucho que explicar. Sin embargo este individuo no es investigado. En cualquier otra circunstancia, por más protección mediática que tengan producto de las supuestas y continuas filtraciones, el personal que tiene acceso a información privilegiada tendría que ser investigado. Pero estos congresistas no lo hacen. Menos aún esta mal llamada oposición. Exigen respeto de terceros pero ellos no se hacen respetar a sí mismos. Deberían hacerlo no sólo porque este problema no puede quedar en simples pataletas a puerta cerrada sino por el tremendo daño que se le ha hecho a una institución que hoy no genera respetabilidad y menos aún confianza.
Nunca como en estos días del APRA en la presidencia del Congreso, ha habido tanta manipulación y tan poca transparencia. Sin ningún cuestionamiento se exhibe luego de los escandaletes la relación de los funcionarios de confianza. La primera pregunta es ¿Por qué no se exhibió hace cinco meses cuando se dijo que miembros del Comando Rodrigo Franco trabajaban como asesores de la célula parlamentaria aprista? La segunda pregunta es ¿Por qué no se exhibe la nómina del personal de planta del Congreso? Es necesario saber su fecha de ingreso y cuánto ganan. No vaya a ser que se haya despedido, en aras de la austeridad, a centenas de personas y en su lugar se haya colocado a “compañeritos apristas” con lo cual se estaría engañando –una vez más- a la ingenua ciudadanía. La tercera pregunta es ¿Por qué la prensa, autotitulada “el mensajero”, se dedica a escarbar a la oposición? ¿Porqué no cumple su rol fiscalizador con quiénes manejan los fondos públicos? ¿No será que los fondos secretos del SIN están volviéndose a utilizar para satisfacer la hambruna crematística de corruptos “formadores de opinión? Todo esto hay que aclarar si es que no queremos que se vuelva a destruir al país.
Durante decenas de años para cubrir el complejo de no llegar a la presidencia del país el APRA llenó su discurso llamando al Congreso el "primer poder del Estado".Hoy la credibilidad y el respeto que genera el Congreso es tan poca que podemos asegurar que gracias también al APRA este concepto se ha devaluado.
Juan Sheput


miércoles, 23 de mayo de 2007

Japiverdetuyú

No podía ser de otra manera. El presidente tenía que pasar su cumpleaños en olor de multitud y qué mejor que pasarla en la meca de la utilización política y del cruel clientelismo, el Callao. Allí, rodeado de personas manipuladas en su pobreza y acompañado por el amigo de Montesinos don Alex Kouri, el presidente sofocó el ardor de las velitas al ritmo del japiverdetuyú. Fue un momento de relax para el estresado gobernante. Allí tuvo oportunidad de olvidarse momentáneamente de la persecución mediática, judicial y política contra sus opositores. También de los actos de corrupción que -en su gobierno- han vuelto a ser pan de cada día. El entusiasmo lo empujó a pedir en voz alta que los empresarios privados aumenten de sueldo a sus trabajadores. Olvidó el presidente que los sueldos dependen de la productividad que genera ganancia, cosa hoy improbable por el ritmo descendiente de la economía.
Lo que nos llama la atención es la forma como el presidente, tan proclive a hablar de todo, evade comentar sobre el estado calamitoso del actual Congreso. No recoge en este caso la opinión del pueblo, que tiene la imagen del parlamento por los suelos. Y no la recoge porque al presidente le conviene un poder legislativo desprestigiado pues así es más facil de ser manipulado. Tener a un grupo de personas con rabo de paja es conveniente para el Manual de Estilo del APRA, más aún cuando permanentemente les recuerdan su pasado tormentoso a través de los medios de comunicación que están haciendo todo lo posible para recordarnos sus formas de operar, allá por los tiempos del fujimontesinismo. Hoy no se investiga al oficialismo. Hoy los esfuerzos fiscalizadores de este sector del periodismo se dedican a la oposición. Mismo Montesinos. Han vuelto los programas ridículos a la tele y en los reportajes políticos del Domingo más tiempo se dedica a la vedette o al crimen que al debate o al destape de alguna perla oficialista. Y como para redondear la faena, las encuestas que desfavorecen al gobierno se ocultan o manipulan descaradamente. Pobre país el nuestro que vuelve a estar desinformado o engañado. Las cofradías,sirvientes ayer del poder corrupto, hoy vuelven a arrodillarse ante el mal uso del poder. El gobierno ya se jugó por sus alianzas: La gentita montesinista, sus estilos, las cofradías periodísticas que ofrecen sus servicios al mejor postor. Con ellos piensan gobernar. Habrá por tanto muchas cosas que no deberemos aceptar.

martes, 22 de mayo de 2007

De quejas y maltratos

"Creo que nuestro gobierno todavía no alcanza la velocidad requerida y no creo que ello sea por falta de convicción, sino porque todavía no hemos sabido vencer la inercia de las leyes, los reglamentos de la burocracia y porque todavía nos confrontamos a la lamentable demora que puede hacer crecer la ansiedad y la respuesta del pueblo del Perú", manifestó en medio de la juramentación del nuevo Ministro de Agricultura, Ismael Benavides, el presidente Alan García. Han transcurrido 10 meses y el gobierno sigue dando fe, y muestras, de su indomable incompetencia. El presidente se queja de la falta de velocidad, pero no dice nada de los 12,000 proyectos ya aprobados por el Sistema Nacional de Inversión Pública (SNIP), que él se niega a ejecutar por el simple hecho que fueron aprobados, con eficiencia, durante la administración de l presidente Alejandro Toledo. Por lo tanto no se trata de demoras burocráticas señor presidente. Se trata de omisiones premeditadas que tienen que ver con la utilización política que usted y su gobierno le dan a las obras que tanto necesita el pueblo. Se trata también del pésimo y corrupto uso que se le da a los recursos de todos los peruanos y que usted termina respaldando con frases y espaldarazos. Decenas de millones de soles ya se han evaporado en obras mal hechas o que nadie ve. Decenas de millones de soles que se han trasladado sabe Dios a qué destino porque no han terminado en lo que deben terminar: en obras que beneficien directamente al pueblo. Y todo esto en medio del inicio de una gestión, la del Ministro de Agricultura, bautizada con el maltrato. El maltrato que significa hablar, no antes ni después de la juramentación, sino en medio de esta, con un juramentante confundido por el discurso presidencial en el que una vez más deslizó la culpa de una gestión plagada de errores en las espaldas de sus altos funcionarios a los que el llama gentilmente "ministros".

lunes, 21 de mayo de 2007

La soledad de Chiquitín

Para quienes tuvimos la oportunidad de escuchar y ver sus declaraciones por televisión, la salida del ministro de Agricultura Juan José Salazar fue patética. En completa soledad, sin que nadie lo acompañara, visiblemente ofuscado, Chiquitín, con el rostro desolado, dijo una vez más lo que pensaba. Pero lo verdaderamente importante no era lo que decía sino lo que transmitía: el abandono y la soledad de trabajar con un presidente como García, más interesado en su popularidad que en la solidaridad que un Jefe de Estado debe dar en todo momento a un miembro de su gabinete. Chiquitín tomó un taxi para irse. A pesar que aún no le habían aceptado la renuncia, él ya había decidido no utilizar más el automóvil oficial. Por algo será. De repente le echaron la culpa de la caída en las encuestas. De repente le enrostraron las consecuencias de su ingenuidad. De repente pensaba en el trato distinto que le dieron a Pilar Mazetti, que salió escoltada por García y Del Castillo, a pesar de estar enlodada en un escándalo con graves indicios de corrupción. Lo cierto es que este gobierno, sin rumbo, sin cuadros e improvisado, demuestra a cada momento las bajezas y faltas de cortesía de un presidente que se enreda permanentemente en cada actuación.
Así como es penosa la situación por la cual atraviesa Chiquitín, es ridícula la actitud de ministros como Rey, Pinilla y Borra que salen a decir, hoy, post morten, lo valioso que es, que era, el señor Juan José Salazar. Los errores cotidianos de un gobierno al garete y que no naufraga gracias a un flotador llamado billetera nos llevan a situaciones tragicómicas como esta.
Juan Sheput

domingo, 20 de mayo de 2007

Con el apoyo de mis amigos

Tal y como dijimos en este blog el 14 de Mayo, acaba de publicarse la última encuesta nacional de APOYO. La misma ha coincidido en su relevamiento de información con la visita aparatosa de 7 ministros a distintos lugares del país. La estrategia gubernamental era clara: hacer coincidir a los ministros en provincias con las fechas programadas para encuestar, tenía como objetivo ayudar a levantar la cada vez más alicaída imagen presidencial. En Huancayo, Cajamarca, Piura, Ayacucho, Apurímac, Puno e Ica los ministros dieron la imagen de "preocuparse" por el pueblo. Para ello organizaban caminatas, supervisiones, inauguraciones y -cómo no- sendas conferencias de prensa varias veces al dìa. A pesar de ello el pueblo no se dejó engañar. La sobreactuaciòn era evidente. Es palpable que la incompetencia del actual gobierno está hastiando a la ciudadanía y ello se ve en la caída sistemática de la popularidad del jefe de Estado.
Menos del 50% de los peruanos aprueba al gobierno. En efecto, sólo el 46% en mayo se siente conforme con García. Desde agosto del 2006 no ha tenido ni un mes de repunte, el descenso es sistemático. Lo mismo, en sentido contrario, sucede con la desaprobación nacional. Esta se está incrementando desde hace meses, 38% en marzo, 39% en abril, 41% en mayo. Los errores permanentes, la demagogia, la mentira institucionalizada, la corrupción impune y creciente y el shock de improvisaciones están generando la desazón y desesperación nacional. Desesperación que en 9 meses de gestión, y contando con el apoyo de buen sector de la prensa, con mucho dinero y con una mediocre oposición congresal, son en verdad preocupantes.

viernes, 18 de mayo de 2007

Prueba y error

Resulta conmovedor escuchar al Premier Jorge del Castillo reconocer por enésima vez que han cometido un error. Ya no se trata de él, que como sabemos por causa del estrés designó a un amigo de Montesinos en un alto cargo público. Tampoco se trata del presidente que permanentemente sale a invocar a sus ministros que por favor no se equivoquen tanto. Se trata, una vez más, del ministro Salazar, "chiquitín" para sus amigos apristas, que ha reconocido, en nombre del estado peruano, la necesidad de salir del Pacto de Viena que sanciona el mal uso de la hoja de coca.
¿Tragedia o comedia? no lo podemos precisar, lo que sí podemos aseverar es que es una vergüenza que un partido que celebra por todo lo alto sus 83 años de fundación tenga que reconocer públicamente que está incapacitado para gobernar. Ya no se trata solamente de errores sino de evidente ausencia de cuadros éticos y profesionales para dirigir la nación. El APRA ha tenido que recurrir a una alianza tácita con el fujimorismo en el Congreso y con el fujimontesinismo en el Ejecutivo para poder gobernar. Esta tragicomedia ya tiene un lugar en la historia, en la historia de un partido que jamás le hizo ascos a cambiar de sentido y aliarse con sus enemigos. Pero lo más penoso en esta historieta es que queda demostrado que el APRA jamás supo qué hacer al ganar las elecciones. En el día a día va tanteando, prueba y aprende en base al error, lo cual genera grave perjuicio a los intereses del país. En este concierto de fallas tiene el "apoyo" silencioso de una prensa que Dios sabe por qué razones no critica sino justifica y que en algunos casos se han convertido en "traductores" oficiosos de la incompetencia gubernamental. Luego de 10 meses en el gobierno la incompetencia permanece y si a ello le agregamos cada vez más graves indicios de corrupción pues el horizonte que se nos viene puede ser similar al que afrontó el país hace veinte años en el primer gobierno de García.
Juan Sheput

jueves, 17 de mayo de 2007

Por el retorno del Senado

Hay algunos factores comunes en los defensores del sistema unicameral. O son tránsfugas -pues su trayectoria los delata-, o no pertenecen a ningún partido -salvo al partido del interés económico pues son simples lobbystas- o son fujimoristas. Lo cierto es que esta notable desesperación en defender al sistema unicameral nos debe llamar la atención, pues estos individuos starían actuando concertadamente para defender un sistema nefasto que viene haciendo mucho daño a nuestro país.
El sistema unicameral fue diseño de Vladimiro Montesinos. Le vendió la idea a Fujimori para controlar el Congreso. Para redondear la faena sensualizó la actividad política ¿Cómo? Aumentando groseramente los sueldos de los parlamentarios, dotándolos de hermosas oficinas, permitiéndoles que contraten secretarias, choferes y asesores y dándoles un protagonismo exagerado ante el pueblo a través de los programas masivos que la mafia controlaba en la televisión. Llegaron así los tiempos de las leyes impuestas sin discusión, de los atropellos democráticos, de los autos de lujo para los congresistas directivos y cómo no también de las anfitrionas. Se empezó de esta manera a devaluar la imagen de todo lo político. El Congreso de los años 90, de la década fujimontesinista fue el más despilfarrador de nuestra historia, con cerca de 20 sueldos al año que no eran denunciados por culpa de una prensa sumisa o comprada. Parte de los vicios y costumbres de esa vergonzosa época perduran hasta ahora. Y perduran porque así lo quieren los poderes fácticos, los que se manejan en las sombras, aquellos que imponen sus decisiones a través de políticos que no merecen catalogarse como tales, y son simples sirvientes de la orden que emana de la oscuridad. Así, con una sóla cámara se han dado y de seguir con este sistema se seguiran dando, leyes que han entorpecido la marcha democrática de nuestro país. Montesinos y Fujimori fueron eficientes en darnos una imagen de una política podrida cuando ellos eran los que despedían el olor de la corrupción. Y por culpa de ese sistema unicameral y de las malas dirigencias partidarias la política se sigue devaluando pues los grupos políticos prefieren al personaje popular y no al preparado.
Es una pena que en nuestro país nos dejemos llevar por la falta de reflexión. La postergación del debate por la restitución de la Cámara de Senadores es una demostración que la gran Política, aquella que se educa al pueblo dando la cara, de pie y de frente, en nuestro país ya no existe, por lo menos en el actual Congreso.

miércoles, 16 de mayo de 2007

Los infelices años 80


FOTO ANDINA


Ver la imagen del presidente de la República en uniforme de comando o subido en una aeronave, en algún momento me llevó a pensar que estábamos en algún lejano día de 1987 ó 1988 en que este tipo de fotografías inundaban las redacciones de la época. Pero no es así. Estamos en pleno año 2007 y por lo visto las costumbres aparatosas de fotografiarse en indumentaria militar o piloteando aeronaves siguen siendo parte del stock de actuaciones políticas del presidente García. Es preocupante, pues psicológicamente podría ser un indicador que no ha cambiado y por lo tanto no deberíamos ser ingenuos en creerle, por ejemplo, que no quiere ni aspira la reelección o que tampoco quiere cerrar el Congreso. Es preocupante porque si al gesto fotográfico unimos el gesto autoritario que se nota en el desprecio a sus ministros, podríamos estar en la antesala de escenarios políticamente conflictivos. Es preocupante porque todo ello se sucede cuando la economía ya está dando señales de desaceleramiento, pues la bolsa está descendiendo y las inversiones deteniendo; es preocupante porque la ausencia de reformas nos vislumbra una mayor lentitud en el crecimiento del PBI; preocupante porque perdemos competitividad en nuestras exportaciones las cuales, dicho sea de paso, han caído más de 5 puntos después de mucho tiempo. Ante este panorama el presidente responde con la presentación de un libro de recientes discursos, rodeado y aplaudido por aúlicos militantes y días después, muy a la moda de los desastrosos años 80, se vuelve a vestir con indumentaria castrense.

martes, 15 de mayo de 2007

El retorno del Senado

La Comisión de Constitución del Congreso ha aprobado el dictamen que, de ser favorecido en la votación del Pleno del Parlamento, traería de vuelta a la Cámara de Senadores. En efecto, de realizarse la modificación constitucional, a partir del 28 de julio del 2011, tendríamos 120 diputados y 50 senadores.
En diversas oportunidades me he manifestado en favor de esta medida. Perú Posible también está a favor de ella. Por una sencilla razón: de la calidad de la política depende el futuro de la democracia. Fujimori y Montesinos destruyeron la bicameralidad porque tenían la necesidad de manipular al Congreso. Esa labor, la de la manipulación, se favorecía con una sóla cámara, como así sucedió. No contento con proveer de beepers a los congresistas para que recibieran órdenes, Fujimori y Montesinos procedieron a sensualizarlos. Les dieron oficinas lujosas, asesores, jugosos sueldos; que antes el Parlamento no tenía. Antes del golpe, un Senador despachaba en su oficina particular, pagaba de su peculio a su equipo, no gozaba de monstruosos sueldos. Fujimori y Montesinos satanizaron esta institución, porque así podrían robar más fácilmente, sin fiscalización, sin control. Nunca como en esa década se devaluó tanto la política. Si pensábamos que en el primer gobierno de García se había ya destruído el quehacer político, el fujimontesinismo lo complementó en su labor arrasadora. La cámara única nos trajo la compra y venta de voluntades, el transfuguismo, la decepción personalizada. Por otro lado fortaleció a los grupos de interés, a los estudios de abogados, al poder económico, a la influencia delincuencial. He allí el peligro. Por eso no nos debe extrañar que sean los fujimoristas o los tránsfugas, o los sin partido, los que defiendan la vigencia de un parlamento unicameral. Ojalá que la clase política democrática tenga los fuegos necesarios para defender este derecho. Y ojalá que el dictamen del congresista aprista Aurelio Pastor no sea parte de una estrategia del presidente Alan García para, sabiendo que esta medida es impopular, salga luego a oponerse a ella. Si esto sucede, pues estaremos en presencia de un neofujimontesinismo, encarnado por el actual régimen.

lunes, 14 de mayo de 2007

Descentralizando el populismo

En el marco de la política de descentralización del populismo y la demagogia del gobierno central, siete miembros del gabinete se instalarán con sus respectivos equipos en ciudades del interior para, a través de reuniones con autoridades y cuanta persona desee hablar con ellos, hacer un gran despliegue mediático que despierte en las respectivas localidades la sensación que este gobierno "viene trabajando".
Los viajeros del gabinete son los responsables de Salud, Carlos Vallejos, quien irá a Apurímac; de Transportes, Verónica Zavala, quien estará en Cajamarca; de Trabajo, Susana Pinilla, en Ayacucho; y de la Producción, Rafael Rey, quien parte a la calurosa Ica.
A ellos se sumarán los encargados de Vivienda, Hernán Garrido-Lecca; y de la Mujer, Virginia Borra, quienes despacharán desde Huancayo y Puno, respectivamente. Para completar el septeto el titular de Energía y Minas, Juan Valdivia, volará a Piura.
Para efectos prácticos los pomposos viajes no tienen nada de extraño. Durante todos los gobiernos anteriores es usual el viaje de un ministro y más aún es normal su permanencia durante varios días en provincias, despachando, hasta su regreso para el semanal Consejo de Ministros. Pero ya sabemos que al presidente García no le interesan estos Consejos menos aún respeta a sus "ministros", si no preguntémosle al sr. Luis Carranza, encargado de Economía, a quién ignoraron olimpicamente en la dación del Decreto de Urgencia que le da marco legal al despilfarro en el país.
La razón que supongo motiva al obligado viaje de los "ministros" a ciudades del interior es la desesperación de García por su calamitosa caída en las encuestas. Se sabe que durante esta semana APOYO hará una encuesta nacional que sería reveladora del desastre de la popularidad presidencial. Por ello es que ha empujado a sus "ministros" al viajecito. Para que a través de entrevistas, visitas, encuentros, bailecitos y otros den la sensación que este gobierno "trabaja duro". Porque ya sabemos que este es el gobierno de la superficialidad y las apariencias y que en la práctica hasta ahora no ha hecho absolutamente nada.
Veremos los resultados de APOYO. Analizaremos en su momento si este viaje de altos funcionarios servirá de algo para remontar la alicaída popularidad presidencial. A todo esto ¿Qué hará el presidente en Lima para remontar la casi veintena de puntos de caída en esta localidad? Esperemos con frialdad al verbo demagógico presidencial.

Juan Sheput

domingo, 13 de mayo de 2007

Se destruyó la confianza

Si aún quedaba alguna persona seria que confiaba en que Alan García había cambiado, a estas alturas debe estar notificada que se equivocó de punta a punta. En un gesto de poca clase política y que demuestra que no respeta en absoluto a sus "ministros", García y Del Castillo, arteramente, aprovechando la ausencia del país de Luis Carranza, promulgaron un Decreto de Urgencia que permite el despilfarro, y por ende, la corrupción a diestra y siniestra. Más de uno pensó que Carranza, el Ministro de Economía, iba a tener un gesto de dignidad, que no iba a permitir tamaña falta de respeto hacia su persona e iba a renunciar, como corresponde cuando uno tiene algo de autoestima pero no fue así. Carranza no es un señor Ministro, es tan sólo un secretario más que juega a "ministro" pues no sólo no hizo nada sino que ha convalidado con su presencia el despilfarro gubernamental.
Los aúlicos del gobierno, que suelen aparecer en estas circunstancias justificando los "errores" dicen que esto es lo correcto, que se necesita gastar. Efectivamente se gastará pero no se invertirá. Por lo tanto será un carnaval de despilfarros con aroma a corrupción el que se sentirá de seguro en los próximos días. Pero habrá una diferencia: será con la complasciencia de Luis Carranza, que con esta actitud demuestra con creces que está a la altura de César Vásquez Bazán o Gustavo Saberbein ministros de Economía del primer gobierno aprista. Dentro ded poco no será raro que nos salga con cuentos similares a la inflación bruta o la inflación neta. Economía depende de los caprichos del presidente y su premier. Se equivocó la multitud de ingenuos que pensaron que Carranza representaba algún tipo de garantía para el país.
Juan Sheput

sábado, 12 de mayo de 2007

¿Ingenuidad, irresponsabilidad o entreguismo?

El Canciller García Belaúnde, con irresponsabilidad, ha minimizado el pacto público recientemente firmado entre Quito y Santiago y que afecta directamente los intereses peruanos. Ignora el Canciller que sus declaraciones pueden ser tomadas en cuenta en el futuro en contra de nuestro país. Minimizar significa no importar y ese, el que no nos importa, puede ser el argumento que utilice Chile posteriormente cuando Perú tenga que hacer valer sus derechos en tribunales internacionales.
Pero no sólo el gobierno tiene un triste papel, irresponsable ciertamente. También el Congreso de la República. En efecto, nuestros parlamentarios están dedicados a los actos propios de una oficina de recursos humanos en lugar de los grandes temas nacionales. Más allá de declaraciones aisladas en diversos medios de comunicación, que no tienen ninguna importancia, los congresistas a la fecha no han emitido ni una nota de protesta. Esto en cierta medida es coherente con un Parlamento pendiente de su rating de popularidad y que claudicó de sus funciones ya en el pasado como en el caso del TLC con Chile que no tiene ningún efecto vinculante pues carece de legitimidad. Chile sigue avanzando porque el actual gobierno, débil e incompetente, lo permite. Los intereses económicos del país del Sur son el gran poder fáctico que hoy por hoy "ronca" en nuestra patria. Con el mismo despliegue mediático con que la Sra. Mercedes Cabanillas devuelve la carta de la CONFIEP a los empresarios debería exigir que el TLC con Chile se discuta primero en el Congreso. Pero eso no va a pasar. Estamos en un país superficial de apariencias y gestos, que aplaude con liviandad la tribuna.

Juan Sheput

viernes, 11 de mayo de 2007

Sigo siendo el rey......de la ingenuidad

El presidente García, con fingido entusiasmo, dice que ya somos superiores a Chile porque hemos crecido el año pasado, más que ellos, en materia económica. Como se nota que el Dr. García en todo este tiempo ha perfeccionado su demagogia y no ha aprendido nada de economía. Que el PBI crezca 7% en un año no garantiza nada. Durante el recordadísimo primer gobierno de García, en los años 1986 y 1987 crecimos espectacularmente (11% el 86) y luego vino la catástrofe. Si en verdad queremos crecer a ritmos asiáticos, pues tenemos que hacer una serie de reformas en lo laboral, lo fiscal, en regulación, en medio ambiente, en infraestructura, educación e innovación. Pero nada de eso se hace. ¿La razón? el presidente vive pendiente de las encuestas y eso lo inmoviliza. Esto se hace visible por la forma como los operadores oficialistas se desesperan por evitar que los medios de comunicación publiquen las encuestas que indican la caída dramática de García en los sondeos y vaya que logran el ocultamiento o el silencio. Pero la ingenuidad va por otro camino. El APRA, con sus 83 años a cuestas, demuestra que está en la adolescencia en materia política. Se emocionan cual quinceañeros enamorados con los gestos superficiales de ecuatorianos y chilenos, creyendo ingenuamente en una buena voluntad inexistente. Mientras en Perú se brinda en Palacio por nuestros "hermanos" ecuatorianos y chilenos, ellos hacen pactos estratégicos, cierran filas en torno a la política marina, unos les venden armas a otros y anuncian maniobras conjuntas de sus fuerzas armadas. Aún más, se especula que Ecuador recibirá el armamento que el "hermano país" de Chile declarará como excedente. Y a todo esto la ingenuidad de García lo lleva a entregar nuestras ventajas comparativas a Chile. De nada vale que tengamos valles con excelentes climas con agua todo el año porque las tierras privilegiadas las compra Chile. De nada vale que tengamos gas en cantidades abundantes porque el recurso lo utilizará para su desarrollo Chile. De nada vale que la capacidad de consumo de nuestra sociedad se incremente porque de este mercado se ha apropiado Chile. Y es una verdad contundente que los intereses económicos manipulan a los medios y a la política, cuando esta es débil. Y nunca la política ha sido más débil que ahora que nuestro Congreso tiene complejo de oficina de recursos humanos y dedica horas a evaluaciones de secretarias y la Cancillería ante cada destape anuncia penosamente que tiene una "estrategia secreta" que nadie conoce porque no existe. Y a pesar de todo, el presidente García sigue abriendo, sobreactuadamente, los brazos a Chile. Lo primero, señor presidente, es quitarle los zapatos de plomo a nuestros empresarios para que puedan ser competitivos y eso se logra con reformas, de esas incómodas que a su gobierno no le gusta hacer.
Juan Sheput

miércoles, 9 de mayo de 2007

La Madre de todos los errores

Cuando vemos al presidente García empeñado en una cruzada pro inversionistas chilenos ¿qué es lo que podríamos pensar? ¿Qué es un político facilista que utiliza sus recursos para convencernos que lo malo es bueno para nosotros? ¿Qué es un personaje ingenuo que confía en la buena fe de los empresarios sureños de invertir en nuestro país? ¿Qué actúa con buena voluntad convencidísimo que la inversión chilena en Perú es el camino al paraíso? ¿O que es presa de poderosos cabildeos que vienen de distintos intereses económicos de Santiago ? La verdad es que no podemos saber que está detrás de todo esto. Pero coherentemente con la posición planteada por Perú Posible, es necesario reflexionar sobre algunos puntos. Nadie, en su buen juicio, puede ser enemigo de la inversión extranjera. Esta es generadora de riqueza y empleos. Pero para que la inversión extranjera no se convierta en monopólica, en excluyente, en prepotente, es necesario cierto nivel de regulación y competencia. Lo ideal es que esa competencia sea de empresarios peruanos, que ya han demostrado que tienen capacidad y temperamento para competir. Pero para que esta situación, la de la competitividad peruana, se pueda hacer una realidad, es necesario que se den una serie de reformas que alivien el peso del emprendimiento peruano. Son necesarias reformas en la administración de justicia, en materia fiscal, en modernización laboral, en infraestructura, en regulación, en medio ambiente, en promoción agraria, en aguas y cómo no, en innovación. Pero nada de ello se está haciendo. Si queremos en verdad hacer a nuestro país más grande, no sólo en lo económico sino también en lo social, es prioritario emprender este tipo de reformas. De lo contrario nos arrasarán las inversiones extranjeras, entre ella la más agresiva, la chilena, perjudicando al empresariado peruano, el cual cederá el mercado, nuestro mercado, a los capitales provenientes del Sur.
Por ello el entusiasmo presidencial no se condice con lo que vendrá en realidad. Si en verdad queremos ser competitivos, no sólo con Chile como dice el presidente a cada momento, sino con cualquier país del mundo, pues primero tenemos que hacer nuestra tarea, lo que bien llamaba el profesor Morón de la Universidad del Pacífico, el TLC interno, hacia adentro. De lo contrario este ejercicio de buena voluntad se transformará en un drama para el pueblo peruano, que verá nuevas inversiones pero lejanas riquezas, que dará empleo pero precario y no técnico o de gerencias, que se contentará con pagos de impuestos mientras las renta y el capital se marchan a otros lados. Será en suma la madre de todos los errores.

Porqué Mate Pastor

Durante cuatro años tuve la oportunidad de escribir en el diario Correo una columna semanal llamada Mate Pastor. El nombre se inspiraba en la clásica jugada de ajedrez que culminaba en un Jaque Mate en cuatro jugadas. De la misma manera pensaba - y pienso- estructurar mis escritos, es decir transmitir lo que pienso en pocas palabras de tal forma que de esa manera podamos compartir una serie de ideas y por sobre todo debatirlas. Es allí en el debate de las ideas, en la calidad de la discusión, donde el ciudadano crece como persona miembro de una sociedad.