Cada uno tiene su versión de lo que pasa con los precios. Cada uno se esfuerza por formar opinión. Las contradicciones van. Las contradicciones vienen. Y en medio de todo el despelote que confunde más, al menos hay un Ministro que ha optado por el silencio. Se trata de Luis Carranza, que el domingo dijo en El Comercio "que era capaz de contener la inflación".
Pero no todo es tragedia en materia económica. También tenemos comedia. El Ministro de Economía Rafael Rey se pasea por los medios casi todos los días. Habla de todo con su clásico estilo insustancial.
En las últimas horas se le ha dado al Ministro Rey por contarnos la historia del avión en medio de la turbulencia, con el sano afán de aparecer como didáctico o un digno maestro del tercio superior.
Dice Rey que si un avión pasa por una turbulencia y tiene buenos motores, una carta de navegación que señala el rumbo, y un buen tablero de control, pues el avión pasa por la turbulencia que es pasajera y luego sigue de frente en línea directa hacia el desarrollo. Hasta allí suena bonito. Pero al Ministro de Economía Rafael Rey se le olvidó un pequeño detalle: no habló del piloto.
Si el piloto del avión es emocional y no racional, le interesa un comino los consejos del copiloto o la tripulación, no lee la carta de navegación y no sabe interpretar los controles pues el avión se viene a pique.
La historia hay que contarla completa señores ministros de economía.
Por otra parte La República sigue, como corresponde a una situación difícil, con el grave tema de la inflación:
Que los ministros vayan al Mercado
Extrañamente la carátula de La República, donde salen los ministros Del Castillo, Fernández y Pinilla, no se puede ver en mi computador.
Sin embargo se pueden ver dos cuadros intersantes sobre la terrible subida de precios que el gobierno se niega a ver:
2 comentarios:
Efectivamente tenemos muchos ministros de económia, pero lamentablemente nínguno ejerce el cargo, ya que la inflación crece cada día más.
lo de Rey es verdaeramente patético, como trata de justificar el mal momento que vivimos, su metafora de la turbulencia resulta fuera de todo contexto y más bien destila humor negro, pareciera ser que su paso por los medios radiales lo está animando a incursionar en algun programa cómico, quizá nuestros amigos los chistosos le dan un lugarcito, o resulte con programa de cocina con Raul Vargas en la divina comida y nos dé alguna receta con jurel, caballa o anchoveta, aunque según el mismo Rey su pescado favorito es el lenguado, claro pues el como ministro puede comer todo el lenguado que se le apetesca.
Su acercamiento al pueblo no se dará por que su imagen de autosuficiente y pusilánime lo pinta de cuerpo entero, aún ofreciendo el jurel a S/.1 sol.
Los peruanos no necesitan programas eventuales, los peruanos necesitamos que no se deprede el mar de Grau que es fuente riqueza Sr. Rey.
El papel del mentiroso Rey es patético, pareciera que se ha olvidado que está en semana Santa. Da risa pensar en el rey justificando de acá a unos añostoda la corrupción aprista.
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