¿Alguna vez se ha hecho un examen en el colon? La colonoscopía es una forma de diagnosticar enfermedades en el colon. Ahora se puede hacer a partir de ingerir, tragarse, una cámara de aproximadamente 11 milímetros de ancho por 31 milímetros de largo, y que al ingerirse va tomando fotografías del intestino. La noticia ha aparecido en el Mundo de España y a continuación la pueden apreciar completa:
Nuevos métodos de colonoscopía
A los examenes de colon, la colonoscopia tradicional y a la virtual, se suma una tercera opción: la cápsula endoscópica. Se trata de una minicámara, de 11 mm por 31 mm, que el paciente ingiere y que, durante seis o siete horas, fotografiará el interior del colon en busca de posibles trastornos.
Estas cápsulas, que tienen su origen en el espionaje, se emplean desde el año 2000 para visualizar el intestino delgado. Y también se han usado para recorrer el esófago.
Su aplicación en el caso del colon es la más nueva. Se remonta al año 2006 y, en España, lleva utilizándose poco tiempo. El Hospital Madrid Norte Sanchinarro es uno de los pocos centros médicos españoles que, desde hace dos meses, ya emplean esta técnica.
"La cápsula va a facilitar que las personas que, por edad o antecedentes familiares, deban realizarse una colonoscopia acudan a nosotros con menos reticencias", declara a elmundo.es Gontrand López-Nava, jefe del servicio de aparato digestivo del mencionado centro sanitario.
Aunque todavía es algo temprano -el equipo del doctor López-Nava tan sólo ha utilizado la cápsula en 12 pacientes- los resultados obtenidos parecen muy prometedores. Según este experto, la principal utilidad es que puede evitar que se realice una colonoscopia innecesaria.
De hecho, de esa docena de pacientes, sólo en cuatro ocasiones se tuvo que realizar una colonoscopia posterior para, por ejemplo, extirpar pólipos. "Después de mirar y ver si existe alguna anomalía, ya decidimos si es necesaria", resalta este médico.
Uno de los primeros pacientes
Alejandro ha sido uno de los primeros en 'atreverse' a ingerir esta cápsula. En su caso, se sometió a la prueba sólo como medida preventiva, no presentaba síntomas ni antecedentes familiares. "Me dijo el médico que eso es lo que se intenta lograr, que la gente se lo haga de forma rutinaria", explica.
Él mismo añade que no tuvo ningún problema para tragar la cámara ni notó ninguna sensación extraña cuando estaba dentro. "Ni si quiera sé si la he expulsado ya", bromea. Y añade que "el holter -una especie de grabadora- que tienes que llevar durante ocho horas no es incómodo y puedes ir a trabajar sin problemas".
La técnica está indicada para personas como él, que se la realizan por precaución, pero también para los que ya presentan síntomas gástricos. Los que más se pueden beneficiar son los que, por su estado de salud, no pueden someterse a métodos tan invasivos como la colonoscopia.
Antes de ingerir la cápsula, los médicos deben asegurarse que el colon esté limpio (sin restos de comida) para que las fotografías sean lo suficientemente claras. Además, la persona tomará unas pastillas que estimulen la motilidad del aparato digestivo, de forma que la cápsula se pueda propulsar.
Los medicos colocarán ocho sensores en el tórax del paciente para captar las imágenes (cuatro por segundo) que, posteriormente, se almacenan en un holter de 10 GB.
Diferencias con otras técnicas
Una de las principales diferencias de esta cápsula y las del intestino delgado o el esófago, además de que es 5 mm más larga, es que se puede programar para que se encienda una vez dentro del organismo. Empieza a funcionar a la hora y media de haber sido ingerida y, así, los expertos se cercioran de que la batería, que ofrece una autonomía de entre nueve y 10 nueve horas, aguanta todo el recorrido por el colon.
El doctor López-Nava subraya la valía de esta nueva técnica frente a la colonoscopia virtual, que es otra alternativa no invasiva: "Esta última ofrece una estimación, una simulación de imágenes, pero con la cápsula se obtienen fotografías reales que, al juntarlas, se pueden visualizar como un vídeo". Además, añade, "evitas la radiación que supone la otra técnica".
Una de las barreras que suelen encontrarse los adelantos tecnológicos es el coste, que en este caso se sitúa entre los 1.000 y 1.500 euros, y que hace plantearse si se puede generalizar su uso. "Es cuestión de tiempo. Lo mismo ocurrió cuando llegó la colonoscopia y, al final, acabó implantándose como prueba de referencia en el sistema público", aclara este especialista.
Si quiere ver en qué consiste una colonoscopía vea la siguiente colonoscopía virtual, gracias a El Mundo Salud.
viernes, 18 de abril de 2008
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