En el marco de la política de descentralización del populismo y la demagogia del gobierno central, siete miembros del gabinete se instalarán con sus respectivos equipos en ciudades del interior para, a través de reuniones con autoridades y cuanta persona desee hablar con ellos, hacer un gran despliegue mediático que despierte en las respectivas localidades la sensación que este gobierno "viene trabajando".
Los viajeros del gabinete son los responsables de Salud, Carlos Vallejos, quien irá a Apurímac; de Transportes, Verónica Zavala, quien estará en Cajamarca; de Trabajo, Susana Pinilla, en Ayacucho; y de la Producción, Rafael Rey, quien parte a la calurosa Ica.
A ellos se sumarán los encargados de Vivienda, Hernán Garrido-Lecca; y de la Mujer, Virginia Borra, quienes despacharán desde Huancayo y Puno, respectivamente. Para completar el septeto el titular de Energía y Minas, Juan Valdivia, volará a Piura.
Para efectos prácticos los pomposos viajes no tienen nada de extraño. Durante todos los gobiernos anteriores es usual el viaje de un ministro y más aún es normal su permanencia durante varios días en provincias, despachando, hasta su regreso para el semanal Consejo de Ministros. Pero ya sabemos que al presidente García no le interesan estos Consejos menos aún respeta a sus "ministros", si no preguntémosle al sr. Luis Carranza, encargado de Economía, a quién ignoraron olimpicamente en la dación del Decreto de Urgencia que le da marco legal al despilfarro en el país.
La razón que supongo motiva al obligado viaje de los "ministros" a ciudades del interior es la desesperación de García por su calamitosa caída en las encuestas. Se sabe que durante esta semana APOYO hará una encuesta nacional que sería reveladora del desastre de la popularidad presidencial. Por ello es que ha empujado a sus "ministros" al viajecito. Para que a través de entrevistas, visitas, encuentros, bailecitos y otros den la sensación que este gobierno "trabaja duro". Porque ya sabemos que este es el gobierno de la superficialidad y las apariencias y que en la práctica hasta ahora no ha hecho absolutamente nada.
Veremos los resultados de APOYO. Analizaremos en su momento si este viaje de altos funcionarios servirá de algo para remontar la alicaída popularidad presidencial. A todo esto ¿Qué hará el presidente en Lima para remontar la casi veintena de puntos de caída en esta localidad? Esperemos con frialdad al verbo demagógico presidencial.
Juan Sheput