miércoles, 23 de mayo de 2007

Japiverdetuyú

No podía ser de otra manera. El presidente tenía que pasar su cumpleaños en olor de multitud y qué mejor que pasarla en la meca de la utilización política y del cruel clientelismo, el Callao. Allí, rodeado de personas manipuladas en su pobreza y acompañado por el amigo de Montesinos don Alex Kouri, el presidente sofocó el ardor de las velitas al ritmo del japiverdetuyú. Fue un momento de relax para el estresado gobernante. Allí tuvo oportunidad de olvidarse momentáneamente de la persecución mediática, judicial y política contra sus opositores. También de los actos de corrupción que -en su gobierno- han vuelto a ser pan de cada día. El entusiasmo lo empujó a pedir en voz alta que los empresarios privados aumenten de sueldo a sus trabajadores. Olvidó el presidente que los sueldos dependen de la productividad que genera ganancia, cosa hoy improbable por el ritmo descendiente de la economía.
Lo que nos llama la atención es la forma como el presidente, tan proclive a hablar de todo, evade comentar sobre el estado calamitoso del actual Congreso. No recoge en este caso la opinión del pueblo, que tiene la imagen del parlamento por los suelos. Y no la recoge porque al presidente le conviene un poder legislativo desprestigiado pues así es más facil de ser manipulado. Tener a un grupo de personas con rabo de paja es conveniente para el Manual de Estilo del APRA, más aún cuando permanentemente les recuerdan su pasado tormentoso a través de los medios de comunicación que están haciendo todo lo posible para recordarnos sus formas de operar, allá por los tiempos del fujimontesinismo. Hoy no se investiga al oficialismo. Hoy los esfuerzos fiscalizadores de este sector del periodismo se dedican a la oposición. Mismo Montesinos. Han vuelto los programas ridículos a la tele y en los reportajes políticos del Domingo más tiempo se dedica a la vedette o al crimen que al debate o al destape de alguna perla oficialista. Y como para redondear la faena, las encuestas que desfavorecen al gobierno se ocultan o manipulan descaradamente. Pobre país el nuestro que vuelve a estar desinformado o engañado. Las cofradías,sirvientes ayer del poder corrupto, hoy vuelven a arrodillarse ante el mal uso del poder. El gobierno ya se jugó por sus alianzas: La gentita montesinista, sus estilos, las cofradías periodísticas que ofrecen sus servicios al mejor postor. Con ellos piensan gobernar. Habrá por tanto muchas cosas que no deberemos aceptar.