El presidente Alan García ha decidido salir al frente de las serias acusaciones que se hacen a su gobierno de no preocuparse por los grandes temas que el país reclama. En un escenario acorde para la circunstancia, el Salón Dorado de Palacio de Gobierno, el presidente García en tono enérgico y con justificada indignación, calificó como una "insolencia" la decisión de la FIFA - máximo ente rector del fútbol mundial - de prohibir los partidos a más de 2 mil 500 metros sobre el nivel del mar, lo cual dejaría fuera a ciudades emblemáticas para el juego en las alturas como el Cuzco (CPN Radio).
"Estoy en contra de esta decisión porque es una decisión europeista y etnocentrista, en el sentido de que los que la han tomado sólo ven al mundo como si fuera su país, pero el mundo es heterogéneo, vario, distinto", argumentó el señor Presidente liderando de esta manera la lucha, que de seguro emprenderá nuestro país, para recuperar la posibilidad de poder jugar con los mejores equipos del mundo en las cumbres del altiplano.
Ante tan gallarda actitud, de talante progresista y reivindicativa ¿qué nos queda? Pues reconocer el indiscutible mérito de la preocupación presidencial por tan magno e importante tema. Gracias señor Presidente. Gracias por preocuparse del futuro de nuestra patria. Gracias por abrirnos los ojos y hacernos entender que la vida se tiene que tomar también a la ligera como la toma alegremente su gobierno. Gracias señor Presidente por ilustrarnos en que temas como el repunte de la bolsa, el debate bicameral, la economía, la pobreza, los abandonados sociales, la defensa, la seguridad y la lucha decidida contra la corrupción no son nada si se comparan con la posibilidad que nuestros equipos de fútbol puedan jugar allí, a varios miles de metros sobre el nivel del mar, en el mismo lugar donde los cóndores tienen su reino.
política Juan Sheput