jueves, 12 de julio de 2007
Aprofujimontesinismo en acción
Las imágenes de Prensa Libre son clarísimas: 12 policías golpean en el suelo, sin misericordia, al dirigente sindical Robert Huaynalaya. Javier Diez Canseco es agredido dentro de la comisaría y luego detenido, a todas luces injustamente. La orden de persecución es clarísima, hay que ir contra los dirigentes. Al igual que en las peores épocas de la dictadura asesina de Fujimori, el aprismo persigue las dirigencias, los apresa. Es el primer paso. Luego, en las dictaduras y tiranías, viene la desaparición. Gobierno incapaz. Su miedo los obliga a llegar a extremos. Extremos que están destruyendo a la Democracia que una vez más ha caído en malas manos, las de un gobierno incompetente que cree que golpeando la mesa y con insultos se puede gobernar. No se da cuenta que perdido el respeto sólo les temen los que tienen cola larga que pisar. El país no se merecía esto. La situación se irá deteriorando más y más. Imponer una cuestionadísima Ley de Carrera Pública Magisterial que muchos comentan y pocos conocen, atizará aún más el desborde popular. Y aún quedan 4 años que definitivamente serán muy largos para un gobierno que no sabe que hacer, que piensa que la palabra barata será suficiente para convencer a un pueblo que ya no soporta la demagogia y la alianza con la corrupción. El gobierno convoca al diálogo, pero este se torna en vacío porque ya pocos les creen. Gobierno que poco a poco pierde el apoyo del pueblo y gana el de la misma mafia que saqueó durante 10 años al país. Ahora, seguramente saldrán los medios de comunicación que apoyan al gobierno, sabe Dios porqué razones, a justificar esta acción policiaca. No nos extrañaría. Ya ha pasado. Nuevamente estarán jugando un triste papel en la consolidación de un régimen autoritario en el país. Lo que sucede en la actualidad es un símbolo del segundo gobierno de García: mientras un corrupto agradecido ríe (Fujimori) un político honesto está detenido (JDC).