El 13 de agosto de 1961 se empezó a construir el Muro de Berlín. Tenia como finalidad separar los territorios a cargo de la ex Unión Soviética de los que estaban bajo la administración de los aliados (Estados Unidos, Francia, Inglaterra). Fue todo un símbolo de la llamada Guerra Fría.
Fueron 120 kilómetros en total que separaron a la República Democrática de la República Federal de Alemania. 120 kilómetros que no impidieron que miles de berlineses intentaran una y otra vez fugarse del oprobio comunista. Bastaron unas horas para construir un muro para evitar la salida de berlineses hacia el lado occidental. Entre 1949 y 1961 más de dos millones de berlineses huyeron literalmente del lado soviético hacia la parte occidental. Esto desesperó a las autoridades comunistas. Temían administrar un territorio fantasma. Por eso en la madrugada entre el 12 y el 13 de agosto construyeron esta oprobiosa separación.
Durante el tiempo que permaneció el muro más de 5,000 personas lograron huir. De ellas 57 huyeron por un túnel de 145 metros cavado desde el lado Occidental. No hay estadísticas exactas de las personas que murieron en el intento. La parte oriental siempre se negó a brindarlas.
Pero los muros no son exclusividad del mundo comunista. Hoy hay otros muros que avergüenzan al Mundo. Uno de ellos está en Israel y trata de alejar a los judíos de los palestinos. El otro se acaba de construir en la frontera de Estados Unidos con México. Busca evitar el paso de los inmigrantes del Sur.
Pero volvamos al Muro de Berlín. Con su caída el 9 de noviembre de 1989 empezó un nuevo tiempo. Caído el símbolo empezó toda una revolución en la Europa del Este que terminó con nuevos países que eligieron a la Democracia como forma de gobierno
Eran los tiempos de la perestroiska (apertura) y del glásnot (transparencia) impulsados por el líder de la entonces Unión Soviética Mijail Gorbachov.
Hoy ya no hay Muro de Berlín. Pero sigue existiendo mucha injusticia y exclusión. Y siguen existiendo una serie de trabas mentales. Hay muchas personas que todavía tienen el Muro en la cabeza.
Esperemos que los beneficios de la democracia, agregados al respeto a los Derechos Humanos y a la justicia hagan un Mundo más inclusivo.
