El cardenal Cipriani sale en defensa de su amigo Alberto Fujimori.
Ha calificado como "circo mediático" a la cobertura que han dado los medios de comunicación a la extradición del acusado por asesinatos y corrupción.
Según Canal N, el Cardenal ha pedido que se dejen de lado las venganzas y rencores.
Como se nota la parcialidad del Cardenal.
Qué lejos se encuentra de los postulados de la Iglesia Católica que reclama respeto total por la vida de los seres humanos.
El Cardenal Cipriani pretende que nos olvidemos, y perdonemos, los balazos en la nuca que fueron, al final, una suerte de perverso alivio a las horribles torturas que sufrieron inocentes, algunos niños, en manos del grupo Colina.
El Cardenal pide que perdonemos.
El perdón de los hombres, Cardenal, tiene lógica cuando viene acompañado de la Justicia de los hombres. Y el perdón divino se manifiesta sólo en la Tierra pues en el más allá la Justicia Divina no olvida más bien castiga en el Juicio Final.
Mejor guarde silencio señor Cardenal.
Es una pena, pero usted No tiene autoridad moral.
Y si alguien pensó que llamar cojudez a los derechos humanos fue un error que usted cometió, hoy sentimos, con sus declaraciones que el error fue de nosotros.
Usted, una vez más, está demostrando que desprecia los derechos básicos de los seres humanos.
Qué pena.