El prófugo de la justicia extraditado desde Chile, Alberto Fujimori, arribó a Tacna a las 13:20. El Antonov, proveniente de Antofagasta, descendió para una escala técnica. Como era de esperarse la alharaca fujimontesinista de "recibir" tanto en Tacna como en Lima al acusado de crímenes de lesa humanidad fue el parto de los montes. Al menos en Tacna el desprecio al que es sindicado como el responsable de la muerte de inocentes fue evidente. Sólo un solitario fanático, en compañía de su mujer e hijo, ex candidato al Congreso del grupo fujimorista se dedicó agritar en medio de los hombres de prensa. Más allá de lo anecdótico una lección se puede sacar de esto. El fujimontesinismo siempre fue muy hábil para manipular la pobreza, el clientelismo con el fujimontesinismo llegó a su máxima expresión. Con el dinero, de dudoso origen, se puede movilizar a miles de personas. Hay gente, que por 5 soles es capaz de agredir, como sucede en el Callao por ejemplo, donde el clientelismo y la manipulación de la pobreza es indignante por parte de los gobernantes locales. Por eso si el gobierno no quiere hacer de esta extradición un circo, pues el señor Fujimori debe descender por el Grupo Aéreo No. 8 y de allí ir de frente al lugar designado para su reclusión.
Al descender el avión, se acercó una camioneta de la Policía Nacional, seguro para cumplir con los trámites de migraciones. Luego, en aproximadamente una hora, en Lima debe de cumplir ya no con los trámites migratorios sino judiciales.
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