El presidente García en su reciente discurso en la APEC, al aceptar la sede para el próximo año de dicho evento, ha vuelto a hablar de nuestro país en términos extractivos, primarios, alejado totalmente de los fundamentos del verdadero desarrollo.
En efecto, en un discurso a todas luces contradictorio, el Dr. García ha dicho que tenemos peces en nuestro mar, madera en nuestros bosques, caídas de agua, que acumuladas en represas pueden dar luz a toda América Latina; y por supuesto, acordándose de sus amigos, también habló de minerales, que tenemos muchos minerales.
Ignora el señor presidente que países como Singapur, Vietnam, Tailandia, Taiwan, Japón, Irlanda, Finlandia, Nueva Zelanda, no tienen las riquezas que nosotros tenemos y que sin embargo han llegado al desarrollo, luego de esfuerzo, persistencia, dedicación e institucionalización.
Al revés de lo que plantea en su discurso, el presidente García no ha hecho nada por fortalecer nuestro camino al desarrollo. Goza de la ausencia de crítica, lo que permite que, en medio de la inercia, un grupo de comerciantes de recursos naturales hagan lo que deseen con nuestro país.
Plantea una reforma educativa que sólo fue un examen a maestros , lo cual constituyó una farsa educativa y un negocio para los "examinadores". Nada de controlar la calidad educativa de las universidades ni de profundizar en los contenidos académicos de colegios e institutos.
Nuestro presidente premoderno hace gala del verbo tercermundista. Nada de reflexión ni sobriedad. Pasa con facilidad de la sierra exportadora al futuro diferente. Trafica con la ignorancia generalizada. No hay intelectuales que le salgan al frente de sus barbaridades.
Es, sigue siendo, en síntesis, un típico presidente tercermundista. Un seguidor ferviente de las prácticas políticas de su primer gobierno.
En el camino al desarrollo no hay atajos.
La primera etapa fue el crecimiento económico que en conjunto con la institucionalización deberían consolidar la democracia.
Lejos de fortalecer nuestras instituciones García las debilita, entrometiéndose en ellas, presionándolas, copandolas de compañeros de su partido, el aprista.
No le gusta el tribunal constitucional, se elige uno a la medida. No le gusta el Acuerdo Nacional se fabrica su "pacto social". Terceriza el Estado encargándolo a los empresarios. Error ampliamente estudiado en el mundo de las políticas públicas. La lógica privada jamás será igual que la lógica pública: las prioridades siempre serán distintas, de allí la existencia del funcionario público.
Lejos de consolidar la democracia, el presidente García busca alianzas con los enemigos de ella: los fujimontesinistas. Basta con verlo rodeado con personajes del nivel moral o ético de individuos como Alex Kouri o Rafael Rey para sostener aquello.
Y con todo esto: cero reformas. Estamos en manos de un conjunto de abogados, García, del Castillo, Tambini, Nava, Kouri que diseñan el sistema legal que más convenga a sus intereses no los del país.
En los textos sobre corrupción asolapada se suele mencionar como ejemplo una de las frases favoritas de Al Capone "no se preocupen amigos....... todo es legal". Aquí, salvando las distancias, todo se justifica en la norma y si no existe se fabrica, cómo no, también a la medida.
Y en medio de todo, la prensa. Una prensa que mayoritariamente da verguenza porque no ha aprendido nada del pasado. Con notables excepciones sobretodo en la prensa escrita nuestros periodistas prefieren el silencio cómplice y la adulación abrepuertas que la crítica imparcial, objetiva y patriótica.
Así estamos.
Luego no nos quejemos.