Resulta que ahora la Mesa de Partes del Congreso es más poderosa que los congresistas. No pueden aceptar la moción de censura. Se une así al juego de Alvaro Gutiérrez y Aldo Estrada voceros gobiernistas del actual parlamento.
A este ritmo es probable que en la próxima encuesta del Poder aparezca en un lugar expectante "La Mesa de partes del Congreso".
A ese extremo del ridículo político se ha llegado con la actual oposición. Una oposición que acepta que se firme el TLC con Chile sin conocerlo ni leerlo, una oposición que acepta que se perdone "el error" del nombramiento de Pandolfi y una oposición que es ninguneada por la -ahora sabemos- poderosísima mesa del partes del Congreso.
Y en medio de todo nos olvidamos del tema de fondo, que no es obviamente el seguimiento que hace el gobierno a los personajes de la oposición tal y como indico hoy en entrevista a CPN Radio.
El tema de fondo es el deterioro de nuestros antes sólidos fundamentos económicos. En el gobierno aprista lo sólido se ha licuado y luego evaporado. Hoy se están evaporando los elementos que hicieron de nuestra economía una de las más pujantes del orbe. No es la reunión entre dos líderes políticos que a todas luces han sido víctimas del seguimiento de este gobierno.
El dólar raspa los S/.3,00. Se ha tenido que comprar el equivalente a $260.000.000 de dólares para evitar la caída. Estos casi 800 millones de soles es una inyección a la vena de la economía peruana y presiona al consumo sin tener correlato en el incremento de roductividad.
La inflación creciente sistemáticamente ya bordea el 1% mensual según analistas a los que me auno para pedir una medición imparcial del índice inflacionario que bien podría estar en manos de Apoyo, Maximice o Macroconsult. No vaya a ser que los elementos inflacionarios sean aún mayores que los presentados, por cuestiones metodológicas y no corruptas, vale la pena aclarar.
La pérdida de competitividad de nuestras empresas, que ante el dólar bajo, no pueden competir en costos con las importaciones que inundan los mercados gracias a la diferencia de cambio perjudicando así a la industria nacional.
El peligro que el TLC se implemente recién en el 2011 según indicios de prioridades ante el proceso eleccionario americano.
Pero en lugar de discutir todo esto el gobierno se ha dedicado a fabricar fantasmas. El gobierno se ha convertido en un gigantesco Tren Fantasma que fabrica sus espantos para distraer a la gente.
Ahora resulta que conversar sobre asuntos de política es un tema que desacredita a la política. Lo que la desacredita no es el diálogo sino la cultura del ampay, del seguimiento, de la hostigación.
En un post anterior indiqué que el deterioro de los servicios públicos cuando hay dinero en abundancia es un indicio de corrupción. La pregunta es ¿Dónde se está marchando la plata?
En fin, quince meses de un gobierno que lo tuvo todo y lo desperdicia y malgasta todo