martes, 2 de octubre de 2007

La interpelación como herramienta de control político

El premier Jorge del Castillo insinúa que en la reunión entre Ollanta Humala y Alejandro Toledo se habría hablado de la interpelación a los ministros.
Ojalá hubiera sido así.
La interpelación es una herramienta de control político, absolutamente válida y que sirve, entre otras cosas, para evitar que se cometan irregularidades en el uso de los recursos del Estado.
La oposición democrática tiene como función fiscalizar. Para cumplir con ese fin fueron votados por la población. A los ganadores les corresponde gobernar. A la oposición fiscalizar.
Este rol, en conjunto con la división de poderes, conjuga el sistema de pesos y contrapesos que debe garantizar la buena marcha del estado.
Pero al premier Jorge del Castillo le molesta.
Por algo será.
Hasta el Vice Ministro de Salud evalúa renunciar por el caso de la sobrevaloración de alimentos inmediatamente después del terremoto.
Hacer negocio con el dolor humano es un crimen. Y eso intentaron hacer los funcionarios del SIS que al día siguiente de la desgracia cometieron este acto gravemente irregular y que se debe investigar.
No basta con los lamentos del Ministro o del Vice Ministro. Si no renuncian deben responder todas las preguntas necesarias hasta señalar al culpable el cual debe terminar en la cárcel.
Traficar con el hambre de los damnificados del último terremoto en verdad no tiene nombre. Y es algo que nos debe llamar a indignación.
Pues no basta con ser honrado señor ministro Vallejos. Tambien hay que actuar con honestidad. Y ser honesto significa denunciar a los culpables.
Y si para ello es necesaria una interpelación pues bienvenida.
Ya el hedor a corrupción se está tornando en insoportable.