El nombramiento de la jefa de la Oficina Nacional Anticorrupción desde mi punto de vista no deja de ser una maroma más de este gobierno para cubrir las graves acusaciones de corrupción que tiene y sobre todo la asquerosa maniobra para enlodar al ex presidente Alejandro Toledo.
Los métodos montesinistas de distracción y destrucción de honras han vuelto al país con el gobierno de García. Sin embargo los gobiernistas no han contado con que existe un sector de la prensa que se niega a aceptar maniobras sucias y corruptas y una ciudadanía alerta que sabe que de este gobierno solo se puede esperar apariencias.
El uso aparente de recursos del Estado, la aparición de congresitas como Gustavo Espinoza y Javier Velásquez Quesquén, debe ser investigada.
El informa completo de IDL SC escrito por Paola Ugaz lo puede leer aquí. así como la columna de Mirko Lauer.
Ahora entendemos la desesperación de algunos en sacar a la señorita Arévalo del país.
¿Investigará este caso la Oficina Nacional Anticorrupción?