lunes, 12 de noviembre de 2007

Bienvenidos los negocios venezolanos

Seguramente aconsejado por su compadre Carlos Andrés Pérez, ex presidente de Venezuela y acusado de innumerables delitos de corrupción y negociados, el señor Alan García Pérez dice que sólo los acomplejados temen a la inversión extranjera.
Demostrando que al señor García no le importan los intereses peruanos sino hacer negocios, va en contra de una de las leyes principales de la defensa de los estados: el condicionamiento al interés nacional de la inversión foránea.
Los países que se hacen respetar condicionan el ingreso de capitales. El Perú de Fujimori y García privilegiaron, al contrario, el ingreso de capitales chilenos en un caso y mexicanos en el otro a cambio de no se sabe qué beneficio.
De esta manera se agranda la brecha entre ricos y pobres. Conocidas son las historias de las telefónicas de España y México, de los grandes almacenes chilenos, de las mineras chinas, que se llevan grandes cantidades de dinero y dejan sólo empleo precario en nuestro país.
El interés supremo del gobierno de García es el interés personal y de los lobbistas que lo rodean. Lo demás, la cohesión social, la inclusión, el reparto objetivo, la disminución de la brecha económica entre ricos y pobres, eso no importa.