domingo, 11 de noviembre de 2007

Cobarde Cargamontón Aprista contra Julio Favre

¿Ustedes creen que personajes pintorescos como Mauricio Mulder se enfrentarían abiertamente contra un funcionario nombrado por el mismísmo Alan García? Claro que no, salvo que la orden del ataque provenga del mismo señor García, claro está, muy fiel a su estilo de bajas cualidades morales. Igualmente, el señor Luis Gonzáles Posada sería incapaz de meterse con Julio Favre salvo que haya recibido una orden palaciega que vaya en en ese sentido.
Así actúa el APRA señores, allá el que no quiera abrir los ojos ante tanta evidencia de una política de un nivel de alcantarilla que está destruyendo los cimientos de la representatividad.
Julio Favre ha sido utilizado. Es un hecho. Ya no sirve para los propósitos distractivos de este gobierno que después de 16 meses no puede dar la talla. Ahora que Favre ha culminado con la fase de planeamiento viene el periodo de la reconstrucción para lo cual se necesita dinero y ya no se necesita al director.
Los apristas huelen el dinero, el dinero proveniente de los presupuestos de la reconstrucción que se tendrá que hacer en Ica, Chincha y Pisco. Es obvio que no quieren que ese dinero sea manejado por alguien con quien se puede discrepar pero es honesto y transparente como Julio Favre. De allí el viaje del cuestionado funcionario Hernán Garrido Lecca a Ica quien tampoco dudó en atacar cobardemente a Julio Favre.
Ese es el fondo del asunto: el olor del dinero. La posibilidad de grandes negocios direccionados y de apropiación ilícita de tierras y otros recursos. Para eso no sirve Julio Favre. Para eso se necesita a sujetos sin escrúpulos dispuestos a negociar con los bienes del estado confiados en la protección que le brindan sus cofradías de periodistas comprados.