miércoles, 7 de noviembre de 2007
Sintoma de Deterioro: Ocultar la Corrupción
Es sorprendente que para dos periódicos respetables de circulación nacional el hecho que el 91% de la población perciba que hay, o muy alta o alta corrupción, no constituya un hecho noticioso.
Es aún más sorprendente que un dirigente de fútbol tenga más importancia que la mayoría de un país que siente que en el gobierno hay corrupción generalizada.
Bueno, no sólo es sorprendente. Es muy grave. Demostraría que existe la persistencia de un síntoma peligroso respecto a que nuestro país no ha aprendido nada de la corrupción que nos asoló en el primer gobierno de García y los diez años de Fujimori y que, este segundo periodo de Alan García y el APRA, parece superar.
La prensa juega un papel muy importante en los episodios de lucha contra la corrupción. La prensa puede hacer mucho más que una decorativa Oficina Nacional Anticorrupción. Eso lo saben los aprendices de ganster y "abogansters" que pululan ofreciendo leguleyadas como la del SOAT Médico alrededor del gobierno. Por eso, porque saben la importancia de la prensa tratan de cooptarla, presionarla, reprimirla, desinformarla o comprarla.
No digo que ese sea el caso de los periódicos nombrados. De ninguna manera. Razones hay de sobra para pensar más bien lo contrario. Lo que quiero expresar es que en materia de luchar contra los grandes negocios patrocinados desde los más altos niveles del Estado es necesario estar vigilante y orientar a una opinión pública que ya no se siente representada por nadie, ni siquiera por los medios de comunicación.
Se requiere de políticos que se enfrenten a la incorrección mediática. No hay que temer en decir la verdad cuando de frenar la manipulación se trata. El Perú, en por lo menos un 91% percibe que la corrupción es un flagelo que perturba y daña los servicios públicos y el presupuesto nacional. Pero en el 9% que no lo percibe ni lo siente pareciera que están algunos medios de comunicación que no entienden el papel que debe jugar el periodismo como elemento previsor y preventivo del nacimiento de una nueva etapa cleptocrática.