Las nerviosas declaraciones del presidente García hoy en la mañana, respecto al pedido de arresto del Gral. Francisco Morales Bermudez, es obvio que están motivadas por la sombra del Frontón. Ya hace cierto tiempo, el opositor Ollanta Humala, anunció en entrevista a CPN Radio que el próximo en sentarse en el banquillo de los acusados sería Alan García. Ese adelanto ingenuo de sus intenciones seguro habría motivado la persecución judicial de la cual hoy es objeto.
Independientemente de ello, por mas leguleyadas y arreglos que hagan los perpetradores de delitos contra los derechos humanos la prescripción no los alcanza, por una sencilla razón: los crímenes de lesa humanidad, los crímenes contra los derechos humanos, los asesinatos a mansalva, ordenados desde los más altos niveles del Estado jamás prescriben.
De allí el nerviosismo y de allí el anuncio que se darán todas las asistencias necesarias al general en retiro Francisco Morales Bermúdez. Según la agencia oficial ANDINA el señor Alan García "considera exagerado" el pedido de la Justicia Italiana. ¿Qué es exagerado y qué no señor García según su lógica cuantitativa? ¿Un muerto? ¿Dos muertos? ¿Veinticinco muertos? ¿Cien muertos? No he tenido la suerte de tratar al General Morales Bermúdez, pero en honor a la verdad no creo que haya estado implicado en la búsqueda de personas para perpetrar algún tipo de delitos. En todo caso, otorgándole el beneficio de la duda, bien haría el presidente García en mantenerse al margen pues su sobreactuación no ayuda, más bien perjudica al ex presidente.