Muy oportuna, para el gobierno, ha resultado la filtración aparecida en Correo respecto a la eventual pena de 15 años de prisión y expatriación posterior que sufriría, en caso de ser encontrado culpable, el líder nacionalista Ollanta Humala.
Y digo muy oportuna porque en estos días el país se debate en una serie de problemas: sigue la disparada de precios en los mercados, la bolsa sufre de gran volatilidad, el gobierno de García hace el ridículo en su política de cuerdas separadas con Chile, siguen los accidentes de tránsito, continua la mexicanización de las actividades del narcotráfico, la seguridad ciudadana es un buen deseo, la huelga médica obliga al señor Hernán Garrido Lecca a tomar pintorescas decisiones, etcétera, etcétera. En ese contexto bien vale una cortina de humo. Pero para que una distracción masiva funcione se necesita dos actores: la provocación del manipulador y la reacción del manipulado.
Considero que esto debería ser tomado en cuenta por los congresistas humalistas para no caer en este juego. Anunciar una salida a las calles calza perfectamente en lo que busca el gobierno: distraer. El país requiere, y el gobierno no, que se discutan los grandes temas nacionales, esos que verdaderamente importan, cual es cómo derrotar la inflación, cómo disminuir la pobreza, cómo generar empleo, cómo enfrentrar la crisis que vivimos. Lo demás, siendo importante para alguna agrupación política, no deja de ser anecdótico.
jueves, 24 de enero de 2008
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