Constitucionalmente, corresponde al presidente dirigir la política exterior. Contundente prueba que demostraría porqué estamos tan mal.
En reciente visita a España, el Dr. Alan García ha vuelto a sugerir que el acuerdo comercial con la Unión Europea, se vea individualmente, país por país, y no en bloque, con la Comunidad Andina, como es en la actualidad, a solicitud de los países europeos.
En contrario, en Bruselas, el Dr. Alvaro Uribe, presidente de Colombia, ha señalado que la negociación debe hacerse en bloque, respetando las reglas de juego iniciales y respetando las particularidades de cada uno de los países.
Es obvio que Alan García no respeta las reglas de juego. Nos gustaría cerrar filas con él, pero no es ético ni imprescindible. Se colabora con el país discrepando. Y discrepamos rotundamente con la política exterior actual, que parece diseñada por un conjunto de empresarios.
Las torpezas de nuestra política exterior ha originado que nos alejemos de Evo Morales. El vacío dejado por Perú fue ocupado rápidamente por Chile. ¿El resultado? Una supercarretera que empieza en el puerto de Santos, recorre Bolivia y culmina en Iquique. Gracias al descuido de nuestro país, la carretera Interoceánica Sur, nace´pues muy debilitada. Chile se fortaleció.
Ahora el presidente García Pérez pretende romper con la Comunidad Andina, alejándose de un aliado como Colombia que disputa con Chile un espacio de modernidad y políticas públicas innovadoras. Nosotros nos peleamos, Michelle Bachelet anuncia un acercamiento con la republica colombiana.
Ese es el problema de orientar la política exterior en base a impulsos. Igual fue en el primer gobierno de García. Ello nos llevó a ser declarados inelegibles, una suerte de parias internacionales.
En lugar de fortalecer nuestra relación con la Comunidad Andina, nos alejamos de ella.
martes, 22 de enero de 2008
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