Siento un gran respeto por la orden jesuita. Desde mi niñez en que mis contactos con la orden fueron a través de un gran sacerdote, el historiador jesuita Armando Nieto y más tarde en que conocí a otro grande de la Orden el querido Monseñor Bambarén, siempre admiré de ellos su intelectualidad, su afán por la investigación y el estudio y su defensa de la fe, razón por la cual fueron llamados el ejército de Cristo.
Los jesuitas en nuestro país han sido grandes promotores de la educación. Colegios y universidades deben su formación al impulso jesuita. Con un gran carisma marianista, los jesuitas fueron -y son- también grandes defensores del dogma más hermoso de la Iglesia Católica: el de la Inmaculada Concepción.
Por eso no puede pasar desparcibido el hecho que la Orden Católica más importante del Mundo haya elegido a un nuevo superior, un nuevo Prepósito General como llaman al más alto dignatario en dicha orden. Han elegido al Padre Adolfo Nicolás, inteligentísimo, carismático y que tiene bien claro lo que se debe hacer. Han elegido una versión más moderna del legendario Padre Pedro Arrupe, el famoso Papa Negro, por la sotana negra de la Orden de la Compañía de Jesús.
Hay cosas en común entre el Padre Arrupe y el Padre Nicolás: ambos han vivido varias decenas de años en Japón. Entonces la meta del apostolado una vez más es el Asia, así lo ha decidido la Orden.
Desde que se fundara la Orden Jesuita, por San Ignacio de Loyola, esta se ha constituído en la verdadera élite de la Iglesia.
La Orden ha estado reunida 11 días para que 217 electores en su 35 Congregación elijan al nuevo Papa Negro.
El diario El País actualiza el concepto de llamar a la Orden Jesuita como el ejército de la Iglesia. En su edición de hoy los llama, muy acertadamente, en un extraordinario reportaje los marines de la Iglesia. No se pierdan dicho reportaje, es sencillamente espectacular.
"-Un dominico, un franciscano y un jesuita están un día en la basílica de San Pedro, cuando se produce un apagón y se quedan a oscuras. El dominico aprovecha para reflexionar profundamente entre el contraste entre la luz y las tinieblas, el franciscano se postra humildemente y comienza a rezar "a la hermana luz y la hermana tiniebla", y el jesuita...
-¿Y el jesuita?
-Sale del Vaticano y arregla los plomos."
-¿Y el jesuita?
-Sale del Vaticano y arregla los plomos."
Se dice que la Orden Jesuita es la más política, si no lo creen lean el siguiente texto:
"En 1981, el momento de debilidad de la Compañía fue aprovechado por el Opus Dei y otros movimientos neocons para arrebatarles los puestos clave en la curia vaticana. El poder. El favor del Papa. El Opus consiguió en tiempo récord la beatificación de su fundador. Y una posición de privilegio en el catolicismo. Mientras, la Compañía de Jesús dejaba de ser noticia. Muda y prudente durante más de dos décadas. Mirada larga y pies de plomo. Resistencia pasiva. Hacer lo de siempre, pero sin ser noticia. Sin hacer ruido. Esperando su momento. Sin desgastarse en enfrentamientos con la jerarquía. Ni siquiera por la beatificación del padre Arrupe, aplazada sine die por el Vaticano. O la de Ellacuría. Dos personajes incómodos para el Vaticano. Aguantar. Pura astucia jesuítica. Una vez más."
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