Otra posición respecto a la marcha del 4 de Febrero contra las FARC

Un querido amigo colombiano, respetuoso demócrata y enemigo de cualquier forma de autoritarismo, discrepa con quiénes creen que la marcha del día 4 de febrero tendrá algún efecto contra las FARC. Me escribe un correo diciéndome "ya me imagino a los miserables Jojoy y compañía mirando la marcha por televisión mientras toman una lata de cerveza". Siendo irónico su posición tiene sustento. Él cree que la única forma de derrotar a esta lacra no es por el simbolismo de una marcha sino por efectivas políticas de seguridad.
No está sólo. El día de hoy ha salido en la revista SEMANA una interesante columna de uno de los mejores escribidores colombianos, Antonio Caballero, que ante la pregunta "MARCHAR O NO MARCHAR: ‘THAT IS THE QUESTION’?" manifiesta sus dudas sobre la efectividad de la marcha.
La última columna de Antonio Caballero representa el sentir de un buen sector de colombianos en el sentido de creer que la marcha por las calles es completamente inocua. Recuerda una maravillosa caricatura del maestro francés del humorismo gráfico Sempé: en la cola de una marcha multitudinaria que corea consignas vociferantes va un señor con su propia pancarta individual: "Vendo apartamento bien situado".
Les recomiendo la columna de Antonio Caballero, una de las más leídas de Colombia. Alimentará el debate.