viernes, 29 de febrero de 2008

Un gran signo de debilidad

¿Qué sensación se llevará el Mundo ante la decisión del señor Alan García de negar al Cusco ser una de las sedes de la APEC?
¿Pensará que en el Perú el Estado es incapaz de poner orden en una ciudad?
¿Se imaginarán una situación caótica mucho mayor de lo que es en realidad?.
De hecho que sí.
Si hay alguien que la hecho un tremendo daño al turismo en el Perú, ese es el presidente Alan García.
Los caprichos, los malhumores, las emociones se están imponiendo con su carga irreflexiva en el país.
Eso sucede, en primer lugar, cuando no hay ministros de Estado sino simples asistentes o secretarios, sin temperamento ni personalidad que sólo buscan conservar su puesto por razones inferiores a las del interés nacional.
Eso sucede también, en segundo lugar, cuando el Congreso hace todos los esfuerzos para ser el peor de nuestra Historia, incapaz de ejercer su rol de control político., de contrapeso, como poder del Estado.
Y si a estos hechos, básicos para una democracia que quiera consolidarse como régimen, le agregamos el papel que juega un sector de la prensa, adulón, servicial y complaciente, pues tenemos que se configura un cuadro como el que tenemos ahora: un gobierno soberbio que es incapaz de ver y analizar los errores que comete a diario.
Los semanarios y los periódicos que llamaban al señor García "estadista" deben estar revisando los conceptos inmerecidos que le estamparaon en el reciente pasado.
En todos los países del Mundo hay revueltas, paros y protestas. Pero los gobiernos dialogan, no se comportan infantil e inmaduramente como aquí.
El gobierno de Alan García no tiene cabeza fría para manejar una mini crisis.
¡Cómo actuaría si la situación fuera peor!
La ecuación se está cumpliendo, como todo en la matemática de manera perfecta:

Corrupción + incapacidad para gobernar: Gobierno de García

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