El Ministerio de la Innovación

Un reciente informe del BID demuestra su preocupación por el exceso de optimismo por la marcha de la economía en América Latina. Un optimismo que nos aleja de la realidad y que convierte al cumplimiento de etapas en el objetivo final.
Especialistas de renombre indican la fragilidad de nuestras economías: si dejamos de lado el porcentaje de crecimiento causado por el boom de los precios de minerales y materias primas el incremento del PBI no sería tan espectacular como se muestra. Estaría en el orden del 5 ó 6%.
Lo que en realidad genera crecimiento sostenido es la Investigación, el Desarrollo y la Innovación, el famoso I+D+i, columna vertebral de los países del conocimiento. Los empresarios más ricos del Mundo son aquellos que invierten grandes cantidades en I+D+i. No son aquellos que explotan minerales o cultivan productos de pan llevar. Estamos en la sociedad de los intangibles, en la sociedad del conocimiento y en ese escenario la Innovación juega un papel estelar.
Por eso es importante en España la creación del Ministerio de la Innovación. Lo mismo se viene estudiando en Chile y Colombia y ya se aplica en la mayoría de países de Europa. Es la respuesta a la crisis de la economía española por sustentarse en edificaciones y exportaciones sin mayor valor agregado. En Europa el déficit de España en I+D+i era notorio.
En Perú los niveles de I+D+i son muy bajos, ínfimos. No se hace investigación ni desarrollo, y la empresa privada no cultiva el mecenazgo de talentos ni promueve la investigación.
España ha entendido el tema. Hay que ir adelante en materia de investigación, única manera de ganar espacios en una sociedad tan competitiva como la sociedad de la información y el conocimiento.