jueves, 17 de abril de 2008

La ruta de la Gripe

La gripe, esa enfermedad que a veces culmina en neumonía, causando decenas de muertes tiene una ruta conocida. Aparece en el Asia, en siete meses llega a Europa y los Estados Unidos y culmina en América Latina. Deja en su recorrido millones de víctimas. Es cierto que hay una vacuna contra la gripe, pero a veces es inservible porque la cepa mutó. He encontrado un artículo interesante en el diario ABC, traducido de la célebre revista Science, que nos narra con detalles esta travesía:


La gripe nace en Asia, barre Europa y muere en Suramérica

La gripe estacional se comporta casi como un organismo vivo que nace, se desarrolla y termina por morir, no sin antes haber dejado una estela de contagios en su recorrido por los dos hemisferios. Un potente equipo internacional de investigadores, coordinados por la Universidad de Cambridge (Reino Unido), ha trazado la ruta que cada año sigue la gripe en su ciclo vital. Su andadura arranca en el Este y Sureste de Asia y tiene el continente europeo como próxima parada. La gripe tarda entre seis y nueve meses en alcanzar Europa y Norteamérica, probablemente transportada por personas que realizan viajes internacionales. Siete meses más tarde, llega a Suramérica, donde pone fin a su carrera evolutiva. América del Sur se convierte así en el cementerio de la gripe.
Conocer la circulación del virus es un paso importante para mejorar la prevención de la epidemia. Si se concentran los esfuerzos de vigilancia en el este y sureste asiático, los investigadores podrían mejorar su pronóstico sobre las variedades que causarán epidemias. Y, al mismo tiempo, decidir qué cepas debería incluir la vacuna antigripal cada año para mejorar su eficacia. La vacuna que se fabrica cada año protege a 300 millones de personas. Es eficaz, pero a veces falla porque aparecen nuevas cepas cuando ya se ha fabricado.
Los detalles de esta investigación, en la que han participado científicos de la red de vigilancia de la gripe de la OMS, de la Universidad española Pompeu i Fabra o el holandés Albert Osterhaus - uno de los virólogos referentes en el estudio de la gripe y el SARS-, se publican hoy en la revista «Science».
Para conocer la ruta de la gripe se analizaron 13.000 muestras de virus A de la gripe (H3N2), recogidas en todos los continentes entre 2002 y 2007 por la Organización Mundial de la Salud. Este subtipo de gripe es en la actualidad la mayor causa de enfermedades y mortalidad asociada a la gripe en humanos.
El poder de la hemaglutinina
Los científicos compararon las diferencias físicas en la superficie de una proteína, llamada hemaglutinina, en diferentes muestras. La hemaglutinina es la diana principal de la respuesta inmune. Ayuda al virus a entrar en la célula e influye en su habilidad para causar la enfermedad. Los investigadores compararon en un subgrupo de las muestras las secuencias del gen que codifica la hemaglutinina. En conjunto, estos análisis permitieron a los investigadores identificar diferentes variedades del virus A (H3N2), a medida que llegaban a otroas puntos del mundo a lo largo de cinco años.
La investigación publicada en «Science» coincide con otro trabajo sobre el comportamiento de la gripe que hoy saca a la luz «Nature». Este última también sitúa el reservorio viral en algún punto de los trópicos y muestra cómo las cepas H1N1 y H3N2 siguen diferentes patrones y compiten entre ellas. Cuando una de las cepas domina, la otra no y viceversa. El trabajo también demuestra que las vacunas fallan algunos años por la aparición de nuevas hemaglutininas.

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