El reparto de bolsitas de alimentos es fruto de la improvisación. En ello coincide la mayoría de especialistas. La población "beneficiada" que, coinicidentemente, pertenece a asentamientos humanos con nombres de allegados apristas, manifiesta su descontento con la dádiva. "No alcanza", "es para dos días", "los víveres no sirven", son algunas de las quejas que se escuchan en los medios de comunicación para disgusto de los conductores afines al gobierno.
Si embargo el propio presidente García ha manifestado su desacuerdo con el reparto. Debemos recordar que tanto el presidente García, como el señor Luis Carranza, anunciaron el reparto de estas bolsas. Ahora dicen que sería mejor el reparto de dinero en efectivo. Una nueva contramarcha.
La campaña de reparto de bolsas de alimentos tendría entonces un desenlace asegurado: su desaparición. La población más pobre espera ahora un bono de 60 soles, que no sabemos si será condicionado. Es decir se juega con la pobreza. No se sabe que hacer. La Ministra Pinilla ha llegado al límite de su propia incapacidad.
miércoles, 16 de abril de 2008
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