sábado, 19 de abril de 2008

A propósito de las patadas: Tenemos una "élite" de república bananera

En menos de 48 horas nuestro país ha descendido a niveles dignos de una república bananera. Su "élite" quiere resolver los problemas del país a patadas. Para ellos no existe la ley ni el derecho, simplemente la violencia. El espíritu bufalesco de conducción del país se quiere imponer sobre los usos y costumbres del juego democrático.
Primero fue el presidente García. De él no nos sorprende que se deje llevar por sus emociones. Llevado por una falsa indignación manifestó que a los corruptos había que separarlos del aparato del Estado "a patadas". Sin embargo, como se sabe, convive con aquellos que tienen graves indicios de corrupción. Eso no le afecta. Pero el problema es más grave. El señor Alan García es el primer comunicador de la Nación (hace rato dejó de ser educador). Y el mensaje que transmite desliza la posibilidad de solucionar los problemas con la violencia, a patadas, literalmente. ¿Cómo reaccionarán los pobladores de lugares violentos como Ilave por ejemplo ante el consejo presidencial? ¿A patadas? ¿quemando a la gente? ¿asesinándola? El presidente García no es consciente de su grave irresponsabilidad y del daño que le hace a la Nación. El presidente García será responsable de cuanto hecho de violencia surja como consecuencia de su llamado a no respetar las leyes.
Luego hace lo mismo el Presidente del Congreso Luis Gonzáles Posada. Sintiéndose gracioso, lo cual es lamentable, se olvida que es Presidente del Palacio de las Leyes y amenaza no sólo con patadas sino con cabezazos, en una demostración de inmadurez y pobreza política que en cualquier país decente lo habría descalificado para el cargo.
Y luego viene Pedro Pablo Kuzcynsky, ex premier de Alejandro Toledo, ex ministro de aquel y también de Fernando Belaunde y conocido hombre de negocios. Usualmente no escucho a PPK porque estoy convencido que no tiene nada nuevo que aportar. Sin embargo gracias a la columna de Augusto Álvarez Rodrich me entero que el hombre de negocios ha pedido no dos sino tres patadas a quiénes cometan actos incorrectos. El flautista de los conciertos de las playas de Asia, el hombre de mundo se comporta como un miembro de la banda de los incorregibles de Renovación.
Ninguno de los mencionados ha hecho mención explícita del pleno respeto al Estado de Derecho. A ninguno se le ha escuchado decir que lo que se necesita es que se aplique todo el peso de la ley. Hablan de violencia y patadas. Y esta es la gente que ocupa o ha ocupado los puestos de presidente del Perú, de presidente del Congreso y de presidente del Consejo de Ministros.
Este es el nivel al que se ha llegado por obra y gracia de Alan García y de los medios de comunicación que lo celebran. este es el nivel paupérrimo en lo ético y moral al que hemos descendido.
En una oportunidad Martha Hildebrandt dijo que Pedro Pablo Kuzcynsky era un ministro del primer mundo. Se equivocó. No es así señora congresista. Tocar flauta y viajar en Concorde no convierten a un ciudadano en ciudadano del Mundo. Se necesita cultura, valores y principios que en estos casos son bienes escasos. Tenemos una "élite" digna de una república bananera.

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