martes, 3 de junio de 2008

Solidaridad con Herbert Mujica

Conozco a Herbert desde inicios de los años 90 cuando Tito Borea nos presentó para articular actividades en contra de la naciente dictadura de Alberto Fujimori. Desde esos años Herbert siempre ha tenido la valentía de decir lo que piensa, de frente y sin necesidad de escudarse en el cobarde anonimato.
Se de mucha gente que hoy niega conocerlo que ha recurrido a él cuando no han tenido la entereza de librar batallas. Muchos se han "protegido" recurriendo a Herbert quien, leal a su formación manuelgonzalezpradina, es hombre de grandes rechazos, pues jamás se dedicó a cultivar el amiguismo, esa perniciosa enfermedad peruana que ha convertido a la política peruana en una malagua.
Herbert Mujica denuncia lo que los congresistas deben denunciar. Eso le significa el odio de periodistas que ceden ante el poder económico y el odio también del mismo poder económico que cree que en nuestro país todo y todos son comprables. Es por eso que Herbert hoy, al igual que ayer, enfrenta juicios de poderosas empresas que son conscientes que están siendo desnudados en su exacta catadura ante la opinión pública por obra y gracia de los escritos de Mujica. Los correos electrónicos de Mujica hace tiempo que dejaron de ser el picotón de abeja que mortifica para convertirse en verdaderos misiles de dignidad.
Tal vez este periodo, estos tiempos no sean generosos con Herbert Mujica. Pluma valiente en tiempos de políticos cobardes y entreguistas defensores del establecimiento, del establishment, para escribir con la propiedad que reclama la huachafería que hoy reina en el medio local. Herbert ha denunciado a LAP con escritos que esta empresa no ha sabido o no ha podido levantar. También a Verónica Zavala quien se siente tan segura como en su momento se sintió el inefable Alex Kouri.
Es fácil mantenerse al margen de Herbert cuando se encuentra atravesando esta circunstancia que de ninguna manera es un problema. Los primeros que se alejan son los primeros que lo buscan cuando necesitan de alguien que tenga la valentía de escribir sin máscara.
Un gran saludo estimado Herbert y ten paciencia que llegará el día en que la política peruana tenga al frente a personas que piensen primero en los sagrados intereses de la Nación.

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