viernes, 6 de julio de 2007
Año del Deber: Censura e Intolerancia
"Tenemos problemas tan grandes como para que el primer ministro se esté ocupando de un caricaturista" ha dicho, con respecto a la censura que sufrió Piero Quijano, el Premier Jorge del Castillo. Más tarde, en la noche, el Presidente del Consejo de Ministros ha dicho que la censura "fue un pecado del gobierno". Un pecado. Nos recuerda la justificación que dio Luis Bedoya Reyes repecto al dinero corrupto que recibió su hijo de manos de Montesinos. Pero volviendo al foco del asunto, que la máxima autoridad después del Presidente en el Ejecutivo se exprese de manera tan despreciable respecto a la censura nos debe decir mucho. En primer lugar las expresiones del Premier denotan la materia de la que está hecha este gobierno. Un gobierno que practica la censura no sólo de muestras artísticas sino de opositores en los medios de comunicación. No sólo han hecho del Canal 7, de Andina y de radio Nacional una corporación adulona-mediática, sino que hay indicios de sendas movilizaciones de operadores para que distintos medios no tomen en cuenta las declaraciones del sector opositor.Obvio. Un gobierno débil e incompetente que tiene tanta cola que pisar tiene que temer a la oposición. El Premier se siente seguro de su alianza con un sector de la prensa que lo ensalza permanentemente y que silencia sus innumerables errores. Esta falsa seguridad lo lleva a cometer actos de soberbia y desprecio por los valores cívicos ignorando el pésimo ejemplo que da a los ciudadanos en su fariseo año del Deber. Porque así actúa este gobierno: con mentira y falsedad. Bautizan los años con pomposos nombres, al mejor estilo de Hugo Chávez, y luego hacen tabla rasa de su propia campaña. Estamos en el Año del Deber Ciudadano. Y en el año del Deber se atenta contra un Derecho: el de exponer el producto de nuestras ideas con libertad. Y ante esta muestra flagrante de desprecio por nuestros derechos, el gobierno no cumple con su deber fundamental de respetar la libertad de expresión y opinión. Y ya verán que en estas circunstancias Foros como el del Acuerdo Nacional tampoco dirá nada. Y no dirá nada porque existe mucha ingenuidad. Y ante la ingenuidad generalizada el proyecto autoritario del APRA seguirá avanzando, acabando sistemáticamente con los signos vitales de la Democracia.