El mismo título aparece en Gestión del día de hoy. Se hubieran ahorrado las palabras. Bastaba con que pongan Toma y Daca. Habría sido más gráfico.
Los empresarios constructores piden que se les "incentive" para reconstruir Ica. Piden incentivos tributarios, exoneración de aranceles y que se fije una tasa especial de interés para la reconstrucción de casas en la zona del desastre. El empresario constructor y presidente de CAPECO señor Lelio Balarezo ha declarado sobre eso. De inmediato el hombre de negocios y ministro de Vivienda Don Hernán Garrido Lecca ha salido a apoyar la medida.
Pero ¿por qué el uso de la palabra incentivos? ¿No es que los empresarios son altruistas más aún los de la construcción? ¿En dónde quedó la solidaridad? ¿Fue reducida al ámbito de una pobre palabreja?
Los ciudadanos también queremos incentivos. Queremos confiar en las reglas de la democracia por ejemplo. No queremos delegaturas a empresarios que, en un país como el nuestro sin instituciones, es un salto al vacío. Queremos un Congreso al que se respete y se haga respetar. Y ya en términos micro queremos que se discuta el tema del aumento del salario mínimo vital.
En fin, son las contradicciones del gobierno.