martes, 14 de agosto de 2007

Corrupción en INABEC

Vivimos un clima de corrupción generalizada que la mayoría de la prensa se empeña en ocultar. El caso del INABEC donde la sobrina de Agustín Mantilla reparte dinero a militantes apristas es en verdad un acto con graves indicios de corrupción.
Préstamos en efectivo a amigos íntimos, a parientes, todos ellos militantes del Partido Aprista son el hecho concreto que ha mostrado el programa de Juan Carlos Tafur. Los préstamos se dan en pocos minutos. No hay que esperar meses como esperan los jóvenes que no pertenecen al APRA. La sobrinísima, que responde al nombre de Nancy García Carrillo, sería la funcionaria que estaría liderando este hecho de corrupción.
¿Quiénes son los beneficiados? Entre otros Nelson Manayay Cabrera, asesor del señor Mauricio Mulder, que ha recibido en 57 minutos nueve mil soles para sus estudios. Y así por el estilo han recibido créditos en efectivo varios compañeros apristas, que como era de suponer, no han utilizado el dinero de todos los peruanos para pagar sus becas. Averiguaciones hechas en la Universidad de Lima o en la Escuela de Secretariado ELA (han dado seis mil soles para que las señoritas apristas estudien secretariado) indicaría que ni siquiera se han matriculado.
Esta no es una figura nueva. Ya en el primer gobierno aprista se hizo lo mismo. Basta con apelar a la memoria o acudir a las hemerotecas para revisar los diarios de la época. Veremos entre otras cosas que en esa época se denunciaba. Ahora no.
El hecho que noticias de corrupción no se traten debidamente, generan no sólo indignación en la población sino una sensación de impotencia. Y ello es muy peligroso. Al final cuando la situación se desborde gran culpable será el periodismo apañador.
En la actualidad la mayoría de la prensa silencia y así se convierten en cómplices involuntarios de estas situaciones irregulares. La noticia se propagó la noche del Lunes en el programa de Juan Carlos Tafur. Al día siguiente simplemente se silenció. No salió nada.
Seguramente los medios piensan que no hay que generar un clima adverso al gobierno en estos días. Están en su derecho de pensar así. Hugo Chávez o Humala pueden ser peor piensan. Lo que no toman en cuenta en su análisis es que ocultar la corrupción no sólo la incrementa sino que genera hechos u opciones políticas más violentas o radicales aún.
La cólera, se sabe, es una de las hijas de la indignación.
Ni en el primer gobierno aprista, que fue muy corrupto, hubo en el primer año tantos hechos irregulares. Esta situación nos permite inferir que la situación de nuestro país, cuando culmine el mandato de García, será peor. Y también que el señor García y sus amigos que lo acompañan en el gobierno no han cambiado.