lunes, 20 de agosto de 2007

Terremoto en Perú: El Caos no se soluciona con una teletón

El inexistente Premier es el Presidente del Sistema Nacional de Defensa Civil, entidad virtual que a la fecha no ha sesionado. Hay un protocolo de desastres que tampoco se ha cumplido por la incapacidad gubernamental y el voluntarismo dañino. Los pasos a seguir son conocidos.

El presidente García, con su actitud, ha puesto en ridículo a nuestras Fuerzas Armadas y a Defensa Civil al exponerlos a los consejos de los amigos colombianos, consejos que nuestros compatriotas por supuesto que ya conocían, pero por el exceso de protagonismo de García no los dejaron seguir.

El protocolo de desastres es el siguiente:

1. Se llevan frazadas, mantas y carpas a la zona. Al quedarse mucha gente sin vivienda hay que darle sensación de cobijo. Así se disminuye, de inmediato el shock y la sensación de abandono.

2. En paralelo movilizar brigadistas de las Fuerzas Armadas, Sanidad, bomberos y defensa civil, para la identificación de lugares en emergencia en la zona de desastre y proceder al rescate de heridos. Desde el primer momento se pudo lograr estos dos puntos con el uso del avión presidencial.

3. Implementar cocinas de campaña, en diversos lugares para la "olla común". Jamás se ha visto que se lance alimentos desde camiones del Ejército.

4. Llevar agua en los bolsones de 15 metros cudrados, que permiten acumular gran cantidad de agua llevada desde las cisternas, evitando colas y desastres por desesperación.

5. Enviar medicinas, cloro en tabletas y hacer con megáfonos una campaña para evitar la fecalización del lugar.

Nada de esto ha hecho el señor García y sus incompetentes ministros. Ni el Presidente ni el Premier ni ninguno de los secretarios que los acompañan empezando por los de Defensa e Interior tienen ni idea de lo que significa delegar a los que más saben.

Ni en el terremoto de 1970, en Ancash, que causó 70,000 muertos y 450,000 damnificados se vio tanto caos.

Obviamente los aúlicos y los que creen que solidaridad es callar estarán en contra que se llame la atención sobre la falta de capacidad de estos señores que fungen de gobernantes. Y los periodistas deberían decir su opinión libremente sin temer a la presión de los operadores gubernamentales. El pueblo se da cuenta de la diferencia entre realidad e información.

Y mientras tanto la buena voluntad del pueblo peruano, excepcional, sigue siendo burlada. El show mediático continúa. Las cámaras de televisión creen que la solución del drama pasa por una Teletón. No saben que con esa infantil actitud, entrevistando a todos, los y las figurettis, contribuyen a la desesperación.

Si hubiera habido crítica desde el primer momento llamando la atención sobre los aspectos puntuales a cumplir durante el desastre no se vería tanta tragedia. Pero se optó por el aplauso ante el verbo fácil y engañador. Un equivocado concepto de solidaridad contribuyó al desborde emocional y social que estamos observando.

Y para los que no creen en los múltiples desatinos del Dr. García pues lean la nota de EFE que aparece en Perú 21.

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