jueves, 16 de agosto de 2007

Terremoto en Perú: Lima la vulnerable

Se supone que Lima es la ciudad más organizada del país. Sin embargo ayer demostró, una vez más, que es una ciudad muy vulnerable.
No fueron iguales los casi dos minutos de pavor que vivió Lima a los casi dos minutos de terror que destruyeron Pisco e Ica. Por eso en Lima el sismo no ha generado desgracias de magnitud.
Si el epicentro hubiera sido frente a las costas de Lima y los 7.9 grados del terremoto se hubieran vivido acá estaríamos hablando de miles de muertos. Según los especialistas el sismo en la capital llegó "tan solo" a los 6 grados en la escala de Richter.
Un gran sismo, con seguridad, hará colapsar Lima por la sencilla razón que somos una ciudad muy mal administrada. Habrá quiénes dirán que no es momento de hablar de estas cosas. En nuestro país, siempre dirán eso los intereses creados.Pero lo cierto es que ni somos una ciudad bien organizada ni existe posibilidad de minimizar víctimas en caso de un real gran sismo de características destructoras como los de 1970 o 1974.
El día de ayer colapsaron los servicios telefónicos. Pero eso, siendo importante, es de menor importancia. Colapsaron los servicios de transporte, no hay rutas de escape, las vías de salida del centro a la periferia estaban atoradas por horas. El serpentín de Pasamayo y la variante (esa que la señorita Zavala quiere usar para transporte público) estaban inútiles. La Costa Verde y sus bodoques de cemento llamados restaurantes era impasable. Nos preocupábamos de La Punta por el eventual Tsunami pero la gente de Chorrillos, de los Cedros y la Campiña, donde hay mayor concentración de habitantes ni siquiera tienen por donde huir de un eventual maremoto. Los extremos de la ciudad, el este, el Norte y el Sur, en caso de un real terremoto sucumbirían antes las piedras, los escombros y no habría ni una sola posibilidad de evacuación pues no sólo no hay ni siquiera helicópteros sino que no hay un Plan de Evacuación, supervisado, evaluado y entrenado.
El Alcalde Castañeda, tan preocupado de su imagen, jamás se preocupó del Comité de Defensa Civil de la capital. Por si no lo saben sus aúlicos él es el presidente de dicho comité. Para él es mas importante las piletas huachafas con aroma delictuoso y el cuidado de su imagen manifestado en el tratamiento de un niño, de un sólo niño, en los hospitales de Solidaridad. Claro está rodeado de cámaras de televisión.
La densidad del tráfico y la ausencia de servicios públicos es tan grave que colapsan con movimientos serios pero menores. Los avisos de "gracias por dejarnos trabajar" puestos en todas partes por el alcalde han minimizado nuestro raciocinio dejándonos de dar cuenta que, en materia de seguridad, nuestra capital es una de las peligrosas del continente.
Pero el alcalde, de las obras inútiles y marketeadas, tiene gran aceptación. Es porque estamos en Lima donde se practica el reconocimiento sin reflexión y a cambio de nada sustancial.