domingo, 9 de septiembre de 2007

Autos, omnibuses, embarcaciones ¿estamos esperando que caiga un avión?

A la racha fatídica de accidentes de carretera, en la cual están involucrados omnibuses y automóviles particulares, ahora se suma el mar, con la "volcadura" del yate Nebesca frente al Callao.
Inverosímil pero cierto. Cierto en nuestro país donde las autoridades de transporte hace rato que han demostrado una tremenda incapacidad para estar al frente de una cartera que exige rigurosidad, comportamiento profesional, imparcialidad y exigencia en el cumplimiento de las normas porque de por medio hay vidas humanas.
¿Qué se está esperando para hacer los cambios respectivos en el Ministerio de Transportes? ¿Acaso se está esperando un accidente fatídico en el aire por falta de control?
Sabemos del blindaje mediático del que goza la ministra Verónica Zavala. Que los medios, por diversas razones, demuestren simpatías hacia determinados ministros no nos interesa. Pero cuando se pierden inumerables vidas humanas por la falta de competencia y capacidad de un funcionario, el asunto sufre una conversión: de simpatía en complicidad.
Tenemos ministros que no entienden, luego de catorce meses, cuál es su función. Creen que la cartera se dirige con conferencias de prensa y reacciones tardías. Las explicaciones sustituyen a la prevención y al plan de acción. En los tiempos del Mal Menor se ha inaugurado un nuevo género en el Perú: el de los ministros comentaristas.
Que el sistema anda mal; que no es culpa de Lima sino de provincias; que yo lo dije pero no me hicieron caso; que falta recursos; que no alcanza presupuesto; que ya viene el crédito suplementario; que es culpa de otro que no puedo decir; en fin son parte de las explicaciones de estos ministros comentaristas que no entienden que a ellos se les ha puesto al frente de un despacho de Estado para mejorar el sistema no para encargarlo ni tercerizarlo a empresarios.
Será dramático escuchar las declaraciones del Premier y de la Ministra Verónica Zavala desviando la culpa a otros.
Es parte del espectáculo de la incompetencia que pretende tener un elenco estable: el de los actuales ministros del presidente Alan García.