Así se titulaba la campaña que de manera exitosa se llevó durante el gobierno de Alejandro Toledo para impulsar los productos de origen nacional.
Este título, que también utiliza el actual gobierno, ahora no vale nada.
Cada vez son mayores las quejas de empresarios nacionales que, ante la vista y paciencia del fantasmal e inútil CONSUCODE de estos tiempos, sufren el atropello de licitaciones amañadas y direccionadas a empresa extranjeras.
Esto no es libertad de mercado.
Es corrupción.
Este direccionamiento se viene dando fundamentalmente en equipos de cómputo. Las entidades estatales extrañamente están operando coordinadamente para desplazar al producto de origen local.
¿Quién está detrás de estas compras amañadas?
Es algo que se tiene que investigar. No se trata de desplazar el producto. El mercado de computadoras tiene un 75% de origen nacional y funcionan muy bien.
Ahora quieren llenarlo de computadoras, algunas de menor calidad, de origen extranjero.
Sin competencia: por corrupta imposición.
Esta acción ilícita va a generar pérdidas de empleo para una industria nacional que se estaba convirtiendo en líder de la zona andina.