jueves, 27 de septiembre de 2007

El síndrome Toledo


El gobierno de Alan García padece del síndrome Toledo. Todo lo hace en función de lo que hizo o dejó de hacer el ex presidente. Así como Hugo Chávez no sería nada sin su petróleo, Alan García se quedaría sólo con su demagogia si no fuera por Alejandro Toledo.
Desesperado porque su socio y aliado Alberto Fujimori se enfrentará a los jueces, por crímenes y acusaciones similares a las que él también tiene, la emprende contra el ex-presidente Toledo. ¿Cómo? utilizando a sus medios compinches como el diario Expreso por ejemplo.
La estrategia es conocida. Alan García, al igual que Alberto Fujimori, tiene la necesidad de enlodar todo para que estando todo enlodado no se vea la mugre del gobierno actual.
Lo que no quiere ver García es que mientras su gobierno ha batido todos los records de desvergüenza en sólo 14 meses, Alejandro Toledo encontró un país en transición, conproblemas y sumergido en una recesión producto de la corrupción y lo dejó, como nunca antes en la Historia de Perú, en orden, creciendo y caminando.
Ahora, gracias a usted Dr. García, estamos retrocediendo. Recorre el camino que antes siguió Fujimori como el de la destrucción institucional.
Alan García dice que tiene muchas cosas que hacer.
Claro que sí.Cosas como inaugurar obras que él no inició, gastar la plata que el no recaudó, dilapidar la riqueza que el no generó y atribuirse éxitos que el jamás imaginó.
El síndrome Toledo es tan potente que lo lleva a impulsar tratados que antes intentó destruir: El TLC con los Estados Unidos por ejemplo.
Por eso odia a Alejandro Toledo, porque García sabe que su altura es inversamente proporcional a su talla de estadista.
Ese odio lo lleva a tener ministros que compran opinión en los diarios, por eso ataca a Elian Karp, porque no tiene el coraje político de atacar directamente como corresponde a los que pueden hablar de frente porque tienen imperio moral.
Ataca indirectamente utilizando procuradores que son sus empleados, ministros fujimontesinistas que son sus aliados y periódicos como Expreso que sigue con el hedor de los tiempos en que Montesinos ordenaba sus titulares.