El presidente está cometiendo un gran error permitiendo que una persona descalificada absolutamente para el cargo como la señorita Verónica Zavala siga al frente de la cartera de Transportes y Comunicaciones. 13 muertos, todos ellos turistas colombianos, son las trágicas víctimas del descontrol en nuestras pistas.
Durante la gestión de la señorita Zavala los accidentes de tránsito son casi cotidianos. En lugar de renunciar dignamente, se aferra al cargo, maximizando las posibilidades de accidentes con su permanencia en el despacho de Transportes.
Conocido es el hecho de haberle dado una licencia a la empresa SOYUZ de propiedad de un conocido militante aprista que ya causó varios muertos en la ruta de Pasamayo, lugar que era, antes de su llegada, exclusivo para el transporte familiar, particular.
Ahora las víctimas de la total incompetencia de la Ministra, que bien debería ser denunciada por negligencia en el cargo, son turistas colombianos, sencillos jubilados, que decidieron pasar una temporada en el país. No contaban con que en el gobierno aprista la corruptela está desplazando al debido control y los servicios públicos están en una imparable cuesta abajo.
El Dr. Alan García debería, aparte de expresar condolencias, renunciar de inmediato a personaje tan descalificado para el cargo como la ministra Zavala. No lo hace. La responsabilidad política y moral lo alcanza a él entonces, pues con su ceguera y terquedad permite que la funcionaria siga causando perjuicios mortales para la Nación.
Nuestras carreteras siguen con pésima señalización, sin controles policiales, la famosa tolerancia cero está llena de excepciones. Lo mínimo que nuestro país debe garantizar a vehículos locales y extranjeros es una dosis sensata de seguridad, y eso falta. Lamentamos mucho el accidente del vehículo colombiano que incrementa la cuota de sangre en nuestras pistas.
La relación de víctimas, informa Perú 21, puede verla aquí.
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