Durante meses hemos venido sosteniendo la posibilidad que la inflación supere el 3%. Los precios de los principales componentes de la economía familiar así lo indicaban. Pero tanto los principales bancos como el Ministerio de Economía y Finanzas y el Banco Central de Reserva se negaban a actualizar sus cifras. Al contrario, decían, y así consta en las notas económicas, que la inflación en el segundo semestre iba a ser negativa, con lo cual las expectativas disminuirían y llegaríamos a los niveles del 2 ó 2,5%.
Se estrellaron contra la realidad.
Utilizando métodos anacrónicos, que rompe el mito de la calidad en los servidores públicos del Ministerio de Economía y Finanzas, sin el uso de la prospectiva económica, los señores del MEF, el BCR y el IPE vaticinaron que no habría mayores sobresaltos en materia inflacionaria.
El alza del precio del trigo, producto de la sustitución de su cultivo por el maíz, era ya conocido desde hace meses. Esa situación iba a encarecer el precio del maíz y por ende del pollo al ser aquel su principal alimento. Pero eso no lo tomaron en cuenta los señores técnicos y mucho menos la escasez de pollo que por causa del terremoto se sabía desde el mismo día del sismo.
A pesar de ello salieron a decir que la situación era normal y que el producto crecería de todas maneras. Pues no es así. Se engaña o se oculta la información y no pasa nada.
Por otro lado, también se sabía del alza del petróleo, que ya ha superado los US$ 82,00 batiendo todos los récords.
Ahora se habla de una inflación de 3,3% para este año que, sin embargo, podría ser "más".
Esta mayor proyección, que corresponde no al MEF sino a Goldman Sachs va acompañada de una menor proyección para el crecimiento del PBI para el próximo año. Luis Carranza indica que se está revisando la proyección económica para el próximo año que se ubicaría alrededor del 6%. es decir habría una desaceleración.
Son los resultados de un gobierno lamentablemente muy mediocre que perdió la oportunidad de hacer reformas en el momento que se debía haber hecho, es decir en momentos de relativa bonanza económica. Ahora no es imposible pero si difícil más aún cuando notamos los impetus populistas del actual gobernante.