jueves, 13 de septiembre de 2007

Majaz: símbolo de la libertad de un pueblo



Majaz, sin quererlo, se está convirtiendo en un símbolo. Un símbolo de la libertad, de un pueblo que quiere conservar su memoria rural, sus paisajes, su habitat.

Un símbolo de la preservación del medio ambiente y de la ecología.


La forma como este gobierno quiere atropellar a Majaz no tiene precedente. Se llega a la mentira y al infundio con tal de servir al interés minero.


¿Qué es lo que se desea? ¿Que Majaz desaparezca? No nos sorprende. Ya García en una oportunidad se refirió, a propósito de la extensión de la Av. Javier Prado, a que no podía detenerse el "progreso" por unas cuantas ruinas (las de Puruchuco).


Luego demostrando su nivel cultural, dijo que las piedras de Machu Picchu podían resistir la avalancha de turistas, que a las pirámides de Egipto, con más visitantes, no les había pasado nada. Con ese sentido de cultura, no podemos esperar nada altruista ni positivo del actual gobernante.


En medio del atropello a Majaz llama la atención el silencio de los congresistas. Callan. No sabemos si será por el poder de los mineros o por su falta de temperamento político. Lo que si sabemos es que con su actitud agudizan la crisis de representatividad.


El partido de los abogados, el APRA, quiere consumar su atropello a Majaz y brindar el territorio a los mineros chinos, que simplemente no respetan nada.


Algunas notas interesantes sobre Majaz las podemos leer en el portal de Servicios Educativos rurales. Son agudas e inteligentes. Informan con imparcialidad. Tratan sobre el rol de las municipalidades y la consulta vecinal del domingo 16.

Y todo por el oro. El simple oro, que es un símbolo de riqueza premoderno, primitivo, ícono de la ostentación.

La riqueza de estos tiempos es el medio ambiente, los paisajes naturales, las caídas de agua. Es la fauna y la flora. Es la gente del campo que vive, sin buscar atajos, a plenitud su felicidad.

La mina, luego de la extracción, deja su vientre vacío. El paisaje siempre está lleno, lleno de oxígeno y de vida.

Si garantizamos el cuidado del paisaje natural de Majaz estaremos contribuyendo con la humanidad y con nuestras futuras generaciones. Ese es el fundamento del desarrollo sostenible.

Lo demás, lo que quiere hacer el APRA es simplemente la actitud de un bufete de abogados que quiere servir a la patronal.