miércoles, 26 de septiembre de 2007

Pisco: Crónica de un abandono

Ya el blog Opinión, comentarios y más nos había advertido, a través de dos vídeos la real situación de Pisco: un total abandono.
Se veía venir.
El gobierno de las apariencias sabe que en nuestro país es muy fácil conseguir aplausos. Basta con una cuantas frases, una ceremonia pública y un despliegue mediático para que se rinda la concurrencia.

Somos un país irreflexivo, síntoma inequívoco de nuestro subdesarrollo.
Cuando se dijo que los empresarios no eran la solución para una problemática pública, no faltaron los críticos que llamaron pesimistas a los que no pensábamos igual.
El tiempo, lamentablemente, nos ha dado la razón.

Pisco está abandonado. Continuan los desmontes, las ratas y pericotes pueblan sus calles, la gente no recibe alimentos, y las plagas y epidemias están a la vuelta de la esquina.
Hasta hoy recuerdo la fantasiosa ceremonia en la que el presidente García y la ministra de trabajo Susana Pinilla anunciaron que el programa "Construyendo Perú" (sobrenombre del otrora exitoso A Trabajar urbano) se iba a encargar de recoger los escombros de Pisco en pocos días. El Comercio lo anunció en primera plana. Nada más falso. La realidad de hoy nos dice que eso también fue una mentira, que, como es natural, los medios de comunicación no se encargan de desmentir. Se sigue así protegiendo un estilo de gobierno que nos oculta la realidad al igual como se hizo con Fujimori.
Ya han renunciado dos empresarios al directorio y se anuncia que Pedro Pablo Kuzcynski también lo haría. Este último anuncia que el señor Favre se encontraría desalentado y desmotivado. Obvio, también creyó que el señor Alan García "había cambiado" sin darse cuenta que está siendo utilizado como en su momento lo fue Hernando de Soto. Igual inventó la discusión sobre la pena de muerte. Igual inventó la discusión sobre el "pacto social".
Y seguimos creyéndole.
De cuatro empresarios se estarían marchando tres con PPK. José Chlimper y Henry Day ya renunciaron.
Esta es una demostración contundente de cómo maneja las políticas públicas el señor Alan García: en base a emociones y sinrazones. No hay, de manera definitiva, un nivel de estadista. Actúa todo el tiempo y cosecha -al igual que en su primer gobierno- lo que otros sembraron. Sigue siendo el mismo.
Y en medio de este despelote los damnificados de Pisco se encuentran en un completo abandono. Hoy en la mañana, el periodista Ricardo Alva de CPN radio informaba de la gran cantidad de roedores que hay en Pisco. Y en medio de todo el alcalde de Pisco Juan Mendoza denunciaba que FORSUR era un circo.
A todo esto ¿Por qué se nos oculta esta realidad? ¿Es que no interesa la salud y bienestar de nuestros hermanos iqueños? ¿La publicidad y el avisaje bien valen el silencio cómplice? ¿Qué hacen las unidades de investigación?
Este es el Perú de Alan García que cada vez más se parece al Perú de Alberto Fujimori.