jueves, 4 de octubre de 2007

Cuando una infamia hace daño a miles de mujeres

¿Ha calculado el daño que le hace al país el gobierno y Gustavo Espinoza cuando fabrican inmundicias como la presentada ayer?. Mayoritariamente la población piensa que hemos regresado, por obra y gracia del gobierno de Alan García, a los peores usos y costumbres del fujimontesinismo.
Se ha causado un grave perjuicio a la señorita Arévalo que como cualquier ciudadano peruano tiene derecho a la intimidad. También se ha intentado -nuevamente- dañar la imagen del presidente Toledo en un momento en que se encuentra en plena gira por diversos países del mundo, gira que puede hacer porque no está acusado de crímenes de lesa humanidad.
Pero a alguien más se le ha hecho muchísimo daño. No fundamentalmente al sistema político. Tampoco a Perú Posible. Mucho menos a Alejandro Toledo.
Se le ha hecho daño al sistema policial que debe acoger, con discreción y sobriedad, las decenas de denuncias que reciben en forma diaria de mujeres de todas las condiciones que han sufrido algún tipo de violencia sexual.
Por armar una patraña perjudican a miles de inocentes. Cuando en las próximas horas una señora o señorita desee hacer una denuncia de esta índole lo pensará dos veces, beneficiando al culpable, pues su parte puede ser modificado, trampeado o simplemente divulgado haciéndole un terrible daño a su honor, respaldado por la Constitución.
Por dañar a Alejandro Toledo con una infamia, Gustavo Espinoza y Javier Velásquez Quesquén, líder de la bancada aprista, le han hecho muchísimo daños a centenas de mujeres que al año se acercan a las comisarías a hacer denuncias de este tipo confiados en el apoyo policial y la discreción.
Ya en ese sentido se ha pronunciado el distinguido penalista Mario Amoretti indicando que se ha violado el derecho al honor y de protección de la identidad.