lunes, 8 de octubre de 2007

El regreso de los usos y costumbres del fujimontesinismo

Cada vez es más evidente que los usos y costumbres de la mafia están regresando. La mafia que saqueó y asesinó continúa ganando espacios. La fabricación de psicosociales, por burdos que sean, es una de sus herramientas para distraernos de los juicios de Fujimori, de la subida de los precios de los alimentos, de la caída calamitosa del dólar, de la corrupción cuasi generalizada, del desastre del FORSUR, de la incapacidad para generar reformas y de la ineficiencia para sacar el país adelante.
No debemos olvidar que en la época del fujimontesinismo se fabricaban partes policiales, se hacían montajes (se "fabricó" un vídeo con el hijo de David Waisman incendiando el Ministerio de Educación), la inmundicia era cuestión de todos los días.
Hubo una campaña contra Gustavo Mohme y su honor. Decenas de políticos y periodistas fueron filmados en las suites de Barranco en una clara intromisión a su vida privada.Luego eran chantajeados.
Ese es el fondo del asunto.
No los balbuceos del señor Mulder o sus soberbias poses de "secretario general".
El tema de fondo es que está presente de nuevo una maquinaria de destrucción de honras que busca distraernos de los grandes temas nacionales.
Cada vez que viene Alejandro Toledo de inmediato sale alguien a hacer una acusación.
¿Es eso una coincidencia?
El Congreso se está devaluando y ensuciando con este tipo de acciones.
En lugar de pensar en cómo mejorar la situación dramática de los más pobres se dedican a fomentar comisiones de investigación que sustituyan la orfandad de ideas.
Esa es la realidad.
La mafia quiere regresar para quedarse.
Ese es el asunto de fondo.