La creación de la rimbombante Oficina Nacional Anticorrupción me recuerda todos los nombres espectaculares que ha dado este gobierno a sus cortinas de humo. Recordemos.
¿Se acuerdan por ejemplo del espectacular "Comando Conjunto de Lucha contra la Pobreza"? ¿En qué quedaron sus nobles y luminosos encuentros?
¿O se acuerdan del tecnocratísimo nombre de representante presidencial para la consecución del TLC y encargado del TLC interno, Don Hernando de Soto? A la fecha ¿tenemos TLC?
¿O tienen todavía en mente el recuerdo del famosísimo Comando Ministerial de lucha contra el Fenómeno del Niño que en setiembre dio la hora a nivel nacional? Como sabemos, lo del Niño fue una farsa, se gastó millones y no pasó nada.
¿Recuerdan la emoción que despertó la graciosísima campaña nacional de Respetos guardan respetos y La hora sin demora que promovió el señor García? hasta donde se el presidente le falta el respeto a sus funcionarios y ministros y, de vez en cuando, él y sus ministros llegan tarde.
¿Quién no extraña los tiempos del divertido Pacto Social que incluso generó primeras planas en El Comercio y que convocó a ilustres consultores a reflexionar sobre el "pacto"?
Y ¿quién no recuerda los fervorosos comentarios positivos que despertó entre los ilusos el zar empresarial de la reconstrucción y presidente del directorio de FORSUR Don Julio Favre? ¿Cómo está la pobre Ica? Sin comentarios por supuesto.
Y ahora llegamos a los tiempos de la Oficina Nacional Anticorrupción que está llenando, cómo no, las primeras planas de los medios a nivel nacional.
Este gobierno no sólo tiene graves denuncias por corrupción, sino también mucha diversión.