Así como Fujimori y Montesinos crearon la famosa comisión de Fiscalización para "luchar" desde el Congreso contra la corrupción, así este gobierno, en medio de grandes y graves contradicciones crea, a su medida, la Oficina Nacional Anticorrupción la cual contará, según Jorge del Castillo, con facultades de "investigación" con lo cual la impunidad y la finta están cantadas.
Ya nos imaginamos como "investigará" esta oficina. En primer lugar colocará a los opositores, sobre todo a los que tienen rabo de paja para chantajearlos impunemente aprovechando su falta de dignidad y cobardía. Si los opositores no tienen rabo de paja, algún sujeto de esos que abundaban en el SIN, y que ahora han vuelto a tener trabajo, se encargará de fabricar las "evidencias" y la mafia mediática se encargará de darlas a conocer.
Si el investigado es un fujimontesinista, aprista o amigazo del gobierno de hecho que las "profundas investigaciones" indicarán que "no hay pruebas suficientes" o que todo ha sido producto de la "intención golpista de un sector de la oposición" que busca "desestabilizar la democracia". Luego si algún Juez decente quisiera indagar en la corrupción evidente se le dirá, con la prepotencia que rebota en medios como RPP, que "ya se investigó" y que no hay nada más que hablar "y punto" como dice por ahí alguien que cree que el poder y la impunidad son sinónimos de eternidad.
Todo esto ya se ha visto. Si verdaderamente el gobierno de García quisiera luchar contra la corrupción no protegería a todos sus militantes acusados de actos atentatorios contra el erario público como lo hace hasta ahora y no habría en palacio de Gobierno personas con antecedentes tan dudosos como Luis Nava por ejemplo.
Así que estamos en presencia de más "finta", más apariencia y más circo. Todo eso contribuirá a distraer en algo la ya formada percepción ciudadana que el segundo gobierno de García, al igual que el de su compadre Carlos Andrés Pérez, está en camino a ser aún más corrupto que su primera administración.