¿Qué tienen en común la compra de laptops por el Ministerio de Educación, el SOAT Médico del gobierno central y las petroquímicas del Ministerio de Energía? Que todas han sido impulsadas en los últimos tres días y todas tienen graves indicios de corrupción.
¿Alguna vez hemos estado en una situación similar?
Jamás, en un régimen democrático. Jamás ni en magnitud ni en desvergüenza.
¿Hasta cuando soportará la nación peruana?
El Perú, gracias a Alan García habría caído en manos de un conjunto de lobbistas a quiénes sólo interesa el bienestar e interes económico de las empresas que representan.
La oposición se siente impotente por incapacidad para hacer frente a esta ola de corrupción.
Y con esta impotencia se convierte en cómplice, pues acompaña con su silencio la gran cantidad de acciones con graves indicios de irregularidad.
¿Estamos en presencia del resurgimiento de un régimen cleptocrático? ¿Las estructuras del estado se han transformado en herramientas de la corrupción? ¿hay corrupción en el sistema o hay corrupción sistémica?
Hay señales, notables, de corrupción sistémica. Como se sabe una corrupción sistémica es aquella en la cual todos los componentes del sistema están contaminadas por la corrupción: gruesos sectores del empresariado, el gobierno y la política están sucios de maniobras corruptas. Gruesos sectores de la clase mediática también.
Esto es peligroso, pues el silencio que acompaña a la corruptela se ve delatado por la dignidad de políticos y periodistas que tienen dignidad.
La lucha recién empieza. La corrupción al ganar espacios empieza a actuar con soberbia y desvergüenza.