miércoles, 17 de octubre de 2007

Subir en las encuestas bien vale el TLC

La economía tiene un sistema de pesos y contrapesos.Una variable que se mueva en un sentido produce una reacción en otro. Por eso hay que tener cuidado con las medidas económicas. Porque pueden producir desajustes que acaben con nuestra relativa bonanza financiera.
La rebaja arbitraria de aranceles, con el fin de evitar que el precio del dólar siga bajando, va a generar una serie de problemas en la industria nacional. Por un lado va a generar una invasión de productos extranjeros que van a competir, de manera desproporcionada, con nuestra industria local, generando el desempleo y las quiebras de empresas consiguientes.
En ese sentido ya se han pronunciado tanto la Sociedad Nacional de Industrias (SNI) como la Asociación de Exportadores (ADEX). Han llamado la atención respecto a las medidas hechas de manera inconsulta, en el fin de semana, sin conocimiento de los ministros.
Hasta la ratificación del Tratado de Libre Comercio corre peligro. Cambiar las reglas de juego en pleno proceso de discusión en el Senado norteamericano es una monumental barbaridad, propia del gobierno de la incompetencia, del gobierno de Alan García.
¿A quién se le ocurre rebajar aranceles en pleno proceso de ratificación del TLC?
Pues al presidente García. Él no es un estadista. Más le preocupa la coyuntura, su popularidad, su caída en las encuestas.
Una subidita de puntos bien vale un TLC.
Y García prefiere al pollo y al trigo, a la subida en las encuestas, que al TLC.
Otro de los problemas es que no hay ministros. Sólo hay un conjunto de funcionarios emocionados con el cargo, con buenos equipos de relaciones públicas, que se manejan mediáticamente en base a apariencias.
El señor García está equivocado si cree que es por culpa del pollo y del pan su caída en las encuestas.
Cae por la ausencia de reformas, por la corrupción, por la incompetencia, por el exceso verbal, por la inseguridad ciudadana.
Y seguirá cayendo. El censo informal del próximo domingo está llamado al fracaso total. Un censo que nació también de un capricho presidencial.
La rebaja de los aranceles también es probable que sea obra de García. Hemos vuelto a la vieja costumbre alanista de la manipulación.
A este ritmo el próximo gobierno será de reconstrucción nacional.