En nuestro país hay una terrible crisis institucional. Así lo demuestra la IV Encuesta Anual sobre Confianza en las Instituciones preparada por el grupo de Opinión Pública de la Universidad de Lima. Los niveles de confianza son muy pobres, son lamentables, son paupérrimos. Demuestra el nivel de deterioro de nuestro sistema organizacional. Se ha perdido lo avanzado durante los dos gobiernos pasados, cuando Don Valentín Paniagua inició el proceso de reconstrucción institucional que continuó el Dr. Alejandro Toledo y detuvo y luego retrocedió el señor Alan García.
Sólo el 21,7% confía en el Gobierno Central. Sólo el 13,4% confía en el Congreso de la República ocupando el último puesto en confianza. Las universidades públicas, aquellas que el gobierno ha vuelto a maltratar al igual que durante el primer gobierno del señor García tienen un envidiable 74,4% de confianza ciudadana. DEVIDA la devaluada institución que debe diseñar políticas públicas contra el narco tiene 23% de confianza ciudadana.
Pero hay un dato más terrible aún: el referido a la confianza en los partidos políticos. Estos sólo despiertan un 10,6 % de confianza en la ciudadanía ¿hay entonces representación o no ? La crisis de los partidos es terrible. Los sindicatos en cambio llegan a un saludable 34,7 de confianza.
Hay mucho por hacer.
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