viernes, 2 de noviembre de 2007

Mesa Redonda y Castañeda Lossio

El alcalde de Lima, que no ha hecho nada por solucionar los problemas de tráfico caótico, seguridad ciudadana, prostitución, transporte, limpieza, espacios públicos reapareció en medio del incendio en Mesa Redonda. Quiso marcar distancia del siniestro diciendo que "denunciará a los responsables del incendio" . ¿Se denunciará a sí mismo Castañeda Lossio? No lo sabemos, pero que Lima es cada vez más caótica gracias a su gestión, blindada por los empresarios de la construcción entre otros, es una realidad.
Lima sigue modernizando sus vías sobre las mismas rutas, antiguas rutas. Se hacen corredores viales que no sirven para nada por una sencilla razón: se hacen sobre el mismo sendero. Corredor Grau, Corredor Alfonso Ugarte, Corredor Arenales, Corredor Tomás Marsano, todos son embudos donde el tránsito es insoportable. Con este alcalde y sus "nuevos" corredores tenemos el caos garantizado por muchos años más.
Lima cada vez tiene menos espacios públicos. La lotización de la Costa Verde es algo que sólo puede permitir el pueblo limeño, tan superficial y tan irreflexivo. La forma como este alcalde, Luis Castañeda Lossio ha permitido la desaparición de la zona costera de Barranco no tiene nombre.
Muchas personas ignoran que las vías principales están bajo la administración del municipio limeño: la Avenida Arequipa, Petit Thouars, Angamos, Tomás Valle, Universitaria, La Marina, Pachacutec, todas ellas destrozadas, con huecos y baches, abandonadas a su suerte. ¿y el alcalde Castañeda? sín critica, mudo, dedicado a inaugurar inservibles piletas que emocionan a una ciudadanía que ha perdido el concepto de lo ciudadano.
Lima vive feliz, encantada, con los psicosociales del alcalde limeño !gracias por dejarnos trabajar¡ !lo hacemos por tí¡ !Estamos trabajando¡ son algunos de los carteles que se exhiben en diversos lugares así no existan obras y que anulan la capacidad de discernimiento de nuestros vecinos limeños acostumbrados a lo superficial.
A diferencia de otros países latinoamericanos, las obras en Lima marchan a paso de tortuga, al ritmo de la próxima elección. No se trabaja después de las seis de la tarde, menos aún de noche, ni sábados ni domingos. No hay apuro, no importa la gente, lo que interesa es el psicosocial. El letrero nubla la razón que evita que analicemos porqué se demora tanto una construcción en el zanjón, el puente vial o la alameda. Y si alguien molesta pues para silenciar la protesta está el periodista amigo.
Castañeda Lossio tiene el mismo estilo de Alex Kouri: obra superficial, circo y salsa. Saben que a un pueblo como el limeño se le convence y enamora con unos cuantos festivales y el reparto de cerveza. Y mientras tanto destruyen la Costa Verde, ponen bodoques de cemento en las playas, derriban árboles, y expropian parques para cobrar por el ingreso previa construcción de piletas de agua.
Y ahora el incendio. Un incendio anunciado que la mediocridad edil no pudo anticipar. Y para terminar -por el momento- con el alcalde Luis Castañeda Lossio, cuya popularidad no superaría el 30% en cualquier otra capital sudamericana, se apareció a las cinco horas de iniciado el incendio. Y ahora, luego de 5 años en la alcaldía, quiere evadir su responsabilidad.