¿Usted cree que los chilenos residentes en Perú compraban en WONG? No señor, lo hacían en TOTUS, Plaza Vea o SODIMAC. ¿Usted cree que de haberse puesto una tienda de WONG en Santiago los chilenos habrían comprado en ella sabiendo que era peruana? Hay que ser ingenuo para endulzar la cruda respuesta que está imaginando.
Los efectos de la venta de WONG a los chilenos son también obvios.
La gerencia ya no será peruana sino chilena. Los peruanos, en su propia tierra, tendrán que contentarse con ser cajeros, recepcionistas u operarios de limpieza.
Ya no se tienen donde vender productos peruanos. Las pastas hechas en Perú, los lápices hechos en Perú, los alimentos envasados en Perú, las computadoras ensambladas en Perú todo pasará a segundo plano. Ahora en los escaparates de Plaza Vea, Totus, Wong veremos sólo productos chilenos, los cuales seguirán enriqueciendo a Chile y volviendo más pobre al Perú.
Esta situación traerá más desempleo. El entreguismo del gobierno de García a Chile no tiene nombre. Lo único que le interesa es el dinero coyuntural y no nuestra grandeza como país.
No se debe comprar ya ni en ECO, ni en Metro, ni en WONG, ni en TOTUS, ni en Plaza Vea. Debemos de hacer un esfuerzo de dignidad y darle fuerza a esos constructores de clase media que son la bodega y la farmacia del barrio, el mercado de abastos, la paradita.
Si los congresistas que tenemos son incapaces de pararse de frente y de pie al capital chileno esa labor la debemos hacer otros. Es una cuestión de dignidad. Ya basta de permitir que los chilenos compren nuestras tierras y empresaspor el entreguismo de Alan García Pérez.